Por Teresa Jiménez
24/09/2016
Las desigualdades en el desarrollo formativo de los alumnos españoles no responden a cuestiones de aprendizaje, sino de justicia social. Ésta es una de las principales conclusiones del informe Necesita mejorar, elaborado por Save the Children.
En el documento, la ONG destaca que el origen socioeconómico es cada vez más determinante en el éxito escolar. Y, de hecho, el 43% de los niños más pobres abandona prematuramente sus estudios, mientras que este porcentaje cae hasta el 8% en los niños de familias con rentas superiores.
España es el país de la Unión Europa con mayor tasa de abandono escolar, lo que tiene un grave impacto no solo en el desarrollo personal y profesional de los niños, sino también para el conjunto del país. Así, según ha destacado Save the Children, el coste del abandono escolar supone entre el 5,9% y el 10,7% del PIB español.
«Uno de cada cuatro niños de familias pobres no termina la educación obligatoria, mientras que la tasa de repetición triplica a la media de la Unión Europea. No es una cuestión de aprendizaje, sino de justicia social. No se están dando las mismas oportunidades», apunta Andrés Conde, director general de Save the Children España.
Si bien, hay otros factores que incluyen en el éxito o fracaso escolar, lo que pone de manifiesto el nuevo informe de la ONG es que en los últimos años el factor socio económico ha ganado peso en los resultados escolares de los niños. «Se ha puesto de manifiesto la capacidad real del sistema educativo de generar oportunidades y compensar las desigualdades», señala Conde.
La explicación a esta situación se encuentra en dos factores, principalmente. Por una parte, los recortes presupuestarios en materia educativa. En este sentido, España ha rebajado su dotación presupuestaria para educación en 9.000 millones de euros, y la inversión en esta materia está un 1% del PIB por debajo de la media de la Unión Europea.
Si bien España siempre ha invertido menos en educación, a pesar de que «la sociedad española siempre mira a la educación ante cualquier problema», los recortes han sido cuatro veces mayores en nuestro país, un 12% frente al 4% de la media de la UE. Y esos recortes, según señala el informe, se han dado en mayor medida en el número de profesores, educación compensatoria y becas, lo que «afecta especialmente a los niños en desventaja».
Pero, además, la Ley Orgánica para la mejora de la calidad educativa (LOMCE) también ha tenido un impacto negativo sobre los colectivos con mayores desigualdades, tanto desde el punto de vista de segregación de los niños, como de la rigidez de los itinerarios educativos.
Según destaca Liliana Marcos, responsable de Investigación Social y Análisis de Política de Infancia de Save the Children, «el abandono y el fracaso escolar son problemas de equidad», y por ello, asegura que hay que tomar medidas como aumentar la inversión en becas porque «es intolerable que la calidad de la educación básica dependa de la renta de las familias», además de denunciar que hay ciertos criterios a la hora de acceder a las ayudas económicas (por ejemplo, que se prime que uno de los padres no trabaje en vez de que los dos lo hagan, o que los tutores no tengan deudas contraídas con la Seguridad Social) que penalizan a los niños de familias de clase baja.
En este sentido, la ONG también recomienda aumentar la escolarización de 0 a 3 años, una etapa educativa que el 31% de los niños pobres no pueden disfrutar.
Además, recomienda acabar con la segregación escolar. Actualmente hay colegios en los que el 80% de sus alumnos provienen de familias de renta baja, minorías étnicas o inmigrantes. «La propia OCDE asegura que si fomentas mucho la libertad para elegir se va a tender a la segregación», un aspecto que influye en el desarrollo académico de los niños.
Entre las propuestas de Save the Children se encuentra que la educación básica sea también gratuita en los centros concertados. De media, el coste de un niño en un colegio concertado asciende a 1.613 euros, «lo que cierra la puerta de estos centros a determinados grupos», asegura Marcos.
Y, por último, la ONG recomienda acabar con los itinerarios educativos según están planteados, ya que el hecho de que un niño tenga elegir sobre su futuro a tan temprana edad, limita la movilidad social. «Tan sólo otros cuatro países de la Unión Europea tienen reválidas en la educación obligatoria, y ninguno son una potencia educativa», señala la responsable de Investigación Social de Save the Children.
En este sentido, indica que «la LOMCE atenta contra la equidad porque limita las posibilidades de los profesores para adaptar el currículum a las necesidades de sus alumnos. Y los niños tienen que pasar un examen que no les ha puesto su profesor y que es igual para todos. Todo ello atenta contra los esfuerzos que se han hecho para fomentar la diversidad».