Por Juan E. Ballesteros
13/3/2017
Las empresas españolas se muestran optimistas de cara al futuro y confían en poder potenciar sus ventas y crear empleo en los próximos meses, incrementando su actividad comercial bajo el impulso de la recuperación económica y evidenciando una confianza por encima de la media europea, en unos niveles que alcanzan su porcentaje máximo desde mediados del año 2015, cuando se certificó el fin de la crisis, según desvela el informe Markit Spain Business Outlook publicado por IHS Markit.
El índice de confianza empresarial en febrero crece por segundo mes consecutivo, alcanzando el 49% de compañías que manifestaron en términos netos su optimismo, es decir, las que pensaban que su actividad iba a mejorar menos las que pensaban que iba a caer, un porcentaje ligeramente superior que el 47% registrado en el mes de octubre del pasado año.
Con todo, pese a estas previsiones favorables, los empresarios recelan de las tensiones inflacionistas en el mercado, que limitan la capacidad de consumo, así como de la inestabilidad de la situación política y económica internacional, fundamentalmente a raíz de la llega de Donald Trump a la Casa Blanca, que ha disparado la incertidumbre y la volatilidad. El alza de los precios constituye la principal amenaza y podría condicionar las buenas perspectivas sobre la creación de puestos de trabajo. Será una prueba de fuego para comprobar la fortaleza de la economía española y la solidez de su tejido empresarial.
El aumento en las contrataciones tendría especial incidencia en los sectores manufacturero y de servicios, que confían en incrementar su actividad y las contrataciones por encima de las previsiones en la zona euro, solo por detrás de Irlanda en cuanto a la creación de empleo y muy por encima de la media en relación a las inversiones previstas.
Esas perspectivas de crecimiento se traducen en un porcentaje del 53% en manufactura y 48% en servicios, por encima del 46% y del 47% registrado respectivamente el pasado mes de octurbe. Respecto a la creación de empleo, las compañías aprovechará el tirón del incremento de producción para contratar –un 29% neto, frente al 22% de octubre que así lo manifestó–, el nivel más alto desde octubre de 2009.
Los empresarios confían en la calidad de sus productos y en su penetración en los mercados y están dispuestos a invertir en innovación para mejorar la calidad de sus productos y la competitividad en el mercado, pese al riesgo de inflación que encarecerá los precios. Las empresas esperan que mejoren tanto los pedidos como los ingresos, aunque un poco más débilmente de lo previsto en octubre, mientras que las expectativas para beneficios se mantienen sin cambios.
«Sin embargo, hay nubes sobre esta perspectiva», advierte Andrew Harker, economista senior de IHS Markit, quien señala que las presiones inflacionistas «no ofrecen signos de moderación» y se prevé que se fortalecerán durante el año. «La subida de los precios proporcionará una prueba real de la robustez de la demanda de los clientes», añade Harker.
Asimismo, el economista de IHS Markit destaca que varias empresas participantes en la encuesta han expresado su preocupación por la inestabilidad política internacional y el efecto que esta podría tener sobre la voluntad de compra de los consumidores españoles.