Por Iñigo Aduriz
10/12/2015
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La campaña electoral que comenzó el pasado viernes cumple su primera semana dando muestras de su extrema volatilidad. La encuesta preelectoral del CIS marcó el inicio, estableciendo el escenario de partida: aunque con un margen menos pronunciado que en citas anteriores, el PP se presentaba como favorito, seguido del PSOE a quien le pisaba los talones Ciudadanos pudiendo disputarle la segunda posición. Podemos se quedaría como cuarta fuerza.
Tras el debate del lunes PP, Ciudadanos y Podemos coincidieron en señalar al líder socialista como el perdedor del mismo, e incluso consideraron que Pedro Sánchez se situaba fuera de juego en la carrera hacia la Presidencia del Gobierno. A lo largo de la semana la dirección socialista ha hablado de un «tripartito» contra Sánchez, y distintos analistas y expertos en Ciencia Política han reconocido que el máximo dirigente del PSOE está siendo el más perjudicado por la irrupción de las fuerzas emergentes en una campaña inédita tanto por el número de partidos con opciones como por las fechas, en pleno periodo navideño.
Pero entre el miércoles y el jueves la actitud de Ciudadanos respecto a la violencia machista amenaza la campaña dirigida al centro izquierda del partido de Albert Rivera. La formación naranja incluye en su programa electoral una propuesta de reforma de la Ley integral contra la violencia de género para suprimir la «asimetría penal por cuestión de sexo». Ciudadanos pretende así evitar que el hecho de que la víctima sea una mujer suponga un agravante a la hora de castigar a los agresores, lo cual echaría por tierra ese componente machista y, por tanto, de desigualdad, que es el origen de la violencia de género.
Una nueva polémica en Twitter
Ninguna otra fuerza política ha querido respaldar esa propuesta de la formación naranja, que se ha quedado sola, igual que se quedó en la noche del miércoles la número tres de la lista por Madrid, Marta Rivera de la Cruz, «Es tan grave que un niño vea que su padre mata a su madre, como que vea que su madre mata a su padre», aseguraba durante el debate a nueve que organizó RTVE y que fue retransmitido por la televisión pública. Trataba así de equiparar la violencia machista con la violencia doméstica o del entorno familiar.
Este jueves Albert Rivera trataba de matizar las palabras de la otra Rivera, Marta, que también se ha visto implicada en otra polémica por un tuit que hizo público en 2014 asegurando que ETA y el Holocausto tenían una «explicación política». El líder de Ciudadanos ha asegurado, según eldiario.es, que «en la violencia de género importa el género», si bien «hay otras violencias en el ámbito doméstico: como la de los hijos y entre parejas independientemente de su sexo». Por eso ha defendido que su partido quiera «equiparar en el agravante, por arriba, toda la violencia que se produce en el ámbito doméstico».
Mirando al ‘cara a cara’
Esta actitud podría influir en la estrategia planteada por Ciudadanos para tratar de hacerse con parte de los votos de los desencantados socialistas. Y para el PSOE de Pedro Sánchez, atacado por diversos frentes, podría suponer un respiro en la recta final de la campaña. También ayudará al hoy principal partido de la oposición el hecho de que en los próximos días se polarice la atención mediática en el PP y el PSOE sobre todo el lunes, día del cara a cara entre Rajoy y Sánchez que organiza la Academia de la Televisión.
Tras ningunear sus opciones principalmente después del debate a cuatro del lunes, Rajoy ha vuelto a situar a Sánchez como su principal rival. «Es mi adversario político más importante», aseguraba el presidente del Gobierno durante una entrevista en Los Desayunos de TVE. Ya por la tarde, desde Santa Cruz de Tenerife, arremetía contra los que «en un cuarto de hora quieren ser presidentes», en clara referencia a los líderes de Podemos y Ciudadanos, Pablo Iglesias y Albert Rivera, respectivamente. En estas elecciones también está en juego el peso del bipartidismo.
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