Por Efe
20/10/2016
El fotoperiodista estadounidense James Nachtwey reconoce que las imágenes de las tragedias que ocurren en el mundo causan dolor a los que las ven, pero cree necesaria su visión en la prensa para poder dar soluciones.
Nachtwey, que este viernes recibirá en Oviedo el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2016, ofreció una rueda de prensa en la capital asturiana en la que ha calificado al pintor aragonés Francisco de Goya como «el patriarca de la fotografía de guerra».
El periodista gráfico, que ha cubierto una treintena de conflictos bélicos y crisis humanitarias, ha indicado que entiende que haya gente que se sienta saturada por el dolor ajeno que ve en los medios de comunicación pero, a su juicio, han de preguntarse cuál es la causa del dolor y ha advertido que pronto volverá a producirse una «oleada de refugiados» para la que ACNUR ya está preparada.
GALERÍA: 18 RAZONES POR LAS QUE NACHTWEY ES PREMIO PRINCESA DE ASTURIAS(pulsa sobre las imágenes para ver la información)
«Estamos obligados a ver esas imágenes y afrontarlas para poder dar soluciones», ha subrayado el maestro de la fotografía de guerra, que ha precisado que todas las formas de información periodística, no sólo la fotografía, son necesarias para lograr un compromiso para intentar cambiar estas situaciones, aunque ha reconocido que el proceso «será lento».
Nachtwey (Siracusa, Nueva York, 1948) ha valorado las imágenes que muestran los conflictos bélicos realizadas con teléfonos móviles que pueden mostrar situaciones a las que no pueden llegar los periodistas debido a la censura o trabas que se les pone en muchos países. En su opinión, estas imágenes captadas por gente de fuera de la profesión «no usurpan» el trabajo de los reporteros sino que lo complementan, pudiendo «coexistir» ambos perfectamente.
No obstante, ha aseverado que hay que poner «reservas» sobre la utilidad e intención de la emisión de estas imágenes ya que no se sabe quién las ha realizado y el objetivo que tiene al difundirlas.
También ha señalado que hay que mostrar cautela sobre estas imágenes al desconocer la honestidad que tiene su realizador en contra de los periodistas profesionales que «se rigen por un código ético», cuentan con «perspectiva» sobre la zonas en conflicto y han adquirido «una gran experiencia».
El periodista estadounidense ha apuntado a que «el trabajo de la prensa consiste en cuestionar al poder y a las acciones políticas que afecten a miles de vidas».
Ha valorado la «relación de confianza» que ha de tener un reportero con su editor para que éste tenga seguridad en el criterio del fotógrafo cuando está en zona de conflicto.
En ese sentido, ha resaltado su colaboración durante años con la revista Time, que le envía a realizar los reportajes sin darle las instrucciones sobre el trabajo que ha de hacer y se fían de su perspectiva y de su opinión, incluso, en la difusión de sus fotografías.
Sobre el retrato que realizó para la revista Vogue en 2013 de la esposa del presidente sirio, Asma al Asad, el reportero ha explicado que fue un reportaje que se realizó y se publicó antes que comenzara el conflicto en ese país.
Por último, ha señalado que cuando por primera vez visitó el museo del Prado de Madrid quedó «impresionado por el trabajo de Goya» y por su capacidad para transmitir la «naturaleza de la barbarie» de la guerra.