Por Cambio16
Irán y los países del Grupo 5+1 (EEUU, Francia, China, Rusia, Reino Unido y Alemania) alcanzaron finalmente un acuerdo sobre el polémico programa nuclear del país asiático tras más de 13 años de conflicto, informa la agencia iraní ISNA, vinculada a la oficina del líder supremo iraní Alí Jameneí.
El documento final, de unas cien páginas, recoge la eliminación de todas las sanciones internacionales que pesan sobre Irán, que también saldrá de las listas de países sancionados por las Naciones Unidas, según la agencia.
El objetivo del acuerdo duradero que busca la comunidad internacional es que Irán no pueda acceder a la bomba atómica, a cambio del levantamiento de sanciones y otros alivios.
Los ministros de Exteriores y sus equipos negociadores de los siete países involucrados en la negociación buscaron a lo largo de los últimos 18 días de intensas conversaciones un consenso para poder cerrar este histórico acuerdo.
El texto, que será presentado en breve en público por el ministro iraní de Relaciones Exteriores, Mohamad Yavad Zarif y la responsable de política exterior de la Unión Europea (UE), Federica Moghereini, será enviado a las capitales de los países signatarios para una revisión final.
Además, según ISNA, el documento será llevado ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en las próximas semanas para que se apruebe una resolución que le dé validez y luego tendrá que ser revisado y aceptado por el Congreso de los EEUU y el Parlamento de Irán.
El acuerdo también recoge que la aplicación de sus medidas se hará efectiva en tres etapas, una preliminar, otra operativa y otra ejecutiva.
Plan de trabajo
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) e Irán han firmado un plan de trabajo cuyo objetivo es poder certificar antes de fin de año si el programa nuclear iraní tiene o no objetivos militares. Este proceso se enmarca dentro de las negociaciones entre Irán y las grandes potencias para limitar el programa atómico iraní cerradas este martes.
«Acabo de firmar una hoja de ruta entre la República Islámica de Irán y el OIEA para aclarar pasados y presentes temas pendientes relacionados con el programa nuclear iraní», anunció el director general de este organismo de la ONU, Yukiya Amano.
El director del OIEA señaló que el objetivo es presentar una evaluación definitiva sobre el programa atómico iraní y sus posibles dimensiones militares a partir de la 15 de diciembre de este año.
El diplomático japonés aseguró que este acuerdo, junto a la cooperación de Irán, es un «paso significativo» para aclarar las dudas sobre la naturaleza de las actividades atómicas de Irán, algo que el OIEA intenta sin éxito desde 2002.
Este acuerdo implicará una serie de medidas en los próximos meses, incluido un «acuerdo aparte» sobre la base militar de Parchin, una instalación en la que varias agencias de inteligencia sospechan se realizaron experimentos relacionados con armas atómicas y a la que Teherán niega la entrada a los inspectores del OIEA.
Fuentes del OIEA consultadas por Efe no quisieron especificar si ese «acuerdo» supone que los inspectores tendrán acceso directo a la base.
«Error de proporciones históricas»
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, describió como un «gran error de proporciones históricas» el acuerdo nuclear y aseguró que hará todo lo que esté en su mano para impedir que ese país tenga armas atómicas.
Según un comunicado de su oficina, Netanyahu consideró que «Irán verá el camino libre para desarrollar armas nucleares y muchas de las restricciones que se lo impedían van a ser levantadas», antes de añadir que «éste es el resultado cuando se desea un acuerdo a todo coste».
«Se han hecho grandes concesiones en todos los temas que debían impedir que Irán alcance las armas nucleares. Adicionalmente, Irán recibirá miles de millones de dólares con los que alimentar su maquinaria terrorista y su agresividad y expansión por Oriente Medio», se subraya en la nota.
¿Qué supone el fin de las sanciones?
Con el fin de las sanciones que trae aparejado el acuerdo nuclear, comienza el proceso para la recuperación de la economía del país tras años de aislamiento, un camino que los expertos prevén largo pero plagado de oportunidades inmejorables.
Incontables empresas extranjeras preparan desde hace meses su retorno a Irán al calor de los avances de las negociaciones nucleares, cuya exitosa conclusión marcó el disparo de salida para entrar en un mercado caracterizado por sus ingentes reservas energéticas, su población joven, numerosa y ávida por consumir, y un Gobierno de tendencia liberal desesperado por atraer inversiones.
«Llevamos diez años esperando este momento, es un logro muy importante. En cualquier caso, no creemos que haya enormes cambios ni milagros después del acuerdo, aún hay cosas y regulaciones internas y externas por cambiar. Gradualmente se notará sin duda que Irán es el último gran mercado emergente del mundo por descubrir y todo el mundo está esperando eso», dijo a Efe el empresario Ramin Rabii.
Rabii, director gerente de Turquoise Partners, la mayor empresa iraní dedicada a gestionar capitales extranjeros en la Bolsa de Teherán, es uno de los muchos iraníes convencidos de las enormes oportunidades que ofrece un país que cuenta con unas «inmejorables condiciones» para el inversor.
No obstante, las principales trabas para invertir en Irán son la «demasiada burocracia y regulaciones» que existen en algunos sectores, en donde se nota «la huella del Estado», ya sea en el control de precios, en normas técnicas o de gestión y en tasas. Esta adecuación a los intereses de los inversores es lo que puede llevar más tiempo, según los analistas.
La «joya de la corona» de la economía iraní, el sector de los hidrocarburos, también queda fuera de gran parte de las posibilidades de inversión, ya que la Constitución iraní exige que los campos petrolíferos sean propiedad del Estado.
«Pese al enorme interés que hay en esto, la prohibición ha sido uno de los mayores problemas para tener inversores. Pueden construir plantas, hacer perforaciones y ayudar a la producción, pero no podrán ser propietarias de los pozos», apuntó el analista.
Sin embargo, desde hace meses el Gobierno iraní está anunciando la creación de un nuevo tipo de contrato para las empresas petroleras interesadas en Irán, cuyo contenido concreto se conocerá el próximo mes de septiembre, pero que se estima incluirá cláusulas que permitirán modalidades de pago más flexibles.
De momento, varias de las grandes empresas petroleras mundiales ya han recibido información sobre estos planes, que aparentemente son de su agrado, pero todavía no han puesto sobre la mesa los miles de millones de dólares necesarios para volver a trabajar en Irán.