Por Cambio16
El expresidente del Gobierno español Felipe González llegó el domingo a Caracas. En su maleta política llevaba dos objetivos, uno público y otro secreto. El primero: sumarse a la campaña en defensa de los presos políticos Leopoldo López, Daniel Ceballos y Antonio Ledezma. El segundo es mucho más complicado: mediar para que López y Ceballos abandonen la huelga de hambre planteada en su pulso contra el gobierno de Nicolás Maduro. Una misión para la que cuenta con el apoyo de la Iglesia católica, que lleva trabajando desde la semana pasada en la misma dirección.
La suspensión del encuentro entre el Papa Francisco y el primer mandatario venezolano, previsto para ayer domingo, coloca a González como la gran baza opositora para buscar una salida a los huelguistas, que cumplen 18 (Ceballos) y 16 (López) días de ayuno.
El político y abogado español se reunió nada más llegar durante varias horas en la casa de Antonieta Mendoza, madre de Leopoldo López, con familiares y abogados de los presos. López está acusado de promover la violencia en una protesta antigubernamental y Ledezma de conspirar contra Maduro.
Posteriormente, González visitó al alcalde Ledezma, en situación de arresto domiciliario debido a sus problemas de salud, y con quien sostuvo un encuentro «muy grato», según afirmó.
«Hablamos de las preocupaciones que tienen todos y lo fundamental, creo que es lo más destacable, es que (…) creemos que en Venezuela falta diálogo para resolver los problemas», dijo González en unas breves declaraciones a los periodistas a su salida de la reunión.
González, quien se definió como «asesor técnico externo» de los opositores, no se ha incorporado a la defensa de López y Ledezma, ya que no ha conseguido la autorización de las autoridades venezolanas para realizar esta función.
La presidenta del Tribunal Supremo de Justicia venezolano (TSJ), Gladys Gutiérrez, reiteró que González «no podrá ejercer como profesional del Derecho en una causa penal dentro del territorio nacional».
La magistrada dijo que el ejercicio de González como defensor «vulneraría la Ley de Abogados y la certificación de título profesional que exige la Carta Magna para ejercer dicha profesión en nuestro país», y que se requieren conocimientos que ella «no ha acreditado».
Maduro, por su parte, criticó el domingo el «intervencionismo» en los asuntos internos del país, en una clara alusión a la llegada de González y su intención de defender a López y Ceballos.
A juicio del mandatario venezolano, la llegada de González es una actuación del eje «Bogotá-Madrid-Miami» que «actúa desesperado», enviando personajes «para legitimar su guerra contra Venezuela», y que «quieren ponerle la mano a la Patria».
La próxima audiencia de juicio de López está prevista para el miércoles. En las próximas horas González se reunirá con la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), con el nuncio apostólico y con el gobernador opositor Henrique Capriles.