Por Iñigo Aduriz
16/12/2015
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Deficiencias en la web dedicada a gestionar las peticiones telemáticas para pedir el voto, números de fax que no funcionan fuera del horario de oficina español, falta de información y datos contradictorios entre administraciones, e incluso la imposibilidad de recibir todas las papeletas. Estas son sólo algunas de las anomalías denunciadas este martes por españoles emigrados que vuelven a lamentar las «trabas» y los «obstáculos» que están padeciendo a la hora de poder votar en las elecciones generales del próximo domingo, y que les llevan a asegurar que el proceso electoral del 20-D está «plagado de irregularidades».
Las reivindicaciones de este colectivo, englobado en la Marea Granate a raíz de la emigración masiva producida tras el estallido de la crisis económica, han proliferado a raíz de la aprobación de una reforma de la ley electoral, surgida del acuerdo parlamentario entre PP y PSOE, que obliga desde 2011 a todos los españoles que residen al extranjero a “rogar” o solicitar su derecho a voto en el caso de que quieran participar en los distintos procesos electorales que tienen lugar en el conjunto del Estado.
La reforma provocó una «caída estrepitosa» de la participación de los españoles residentes en el extranjero. Así, mientras en 2005 alcanzó el 32% del conjunto total de los emigrados, en 2011 se redujo sólo al 5%. Ahora, de cara a las elecciones generales del domingo, el colectivo estima que tan sólo ha solicitado el voto el 7% de los cerca de 1,8 millones de españoles que residen fuera de las fronteras estatales.
«Gente preocupada por el futuro»
Víctor Casanova, residente en Nueva York y miembro de la Plataforma Dos Millones de Votos que integra a un centenar de juristas y casi un millar de ciudadanos que viven en el extranjero, argumentaba este miércoles durante una rueda de prensa que el colectivo ha ofrecido en Madrid que esa baja participación no se debe a que a esos españoles «no les interese» lo que suceda en las urnas. «Es gente preocupada por el futuro de nuestro país», explicaba. El problema son esas «trabas» que padecen a la hora de ejercer su derecho a voto.
Desde París, María Almena auguraba una «masacre» de votos en las elecciones del domingo. «Todo apunta a un mínimo histórico» en la participación de los españoles emigrados, por esos obstáculos que desde la Marea Granate llevan denunciando desde hace años. Ella ha explicado que, por ejemplo, los electores censados en provincias como Barcelona, Valencia, Alicante, Badajoz, Baleares, Granada o Guadalajara, en las que se produjeron impugnaciones en las listas proclamadas, no han podido ejercer su derecho al voto por lo ajustado del plazo en el que primero deben pedir el voto, luego recibir las papeletas y después enviar sus sobres.
Almena critica que sí se haya ampliado el plazo para votar a los militares y se haya prolongado la opción de votar por correo sin que se les haya dado también un mayor margen a los españoles residentes en el extranjero. Además, ha considerado especialmente «muy grave» que muchos ciudadanos no hayan recibido todas las papeletas. Y es que ha habido casos en los que sí se han recibido las planchas correspondientes al Congreso de los Diputados, pero no las del Senado.
Una «gymcana» administrativa
«Desde el Ministerio de Asuntos Exteriores no ha habido ninguna campaña electoral para animar al voto», criticaba, por su parte, Víctor Casanova. También mencionaba él los «horarios muy limitados» de las embajadas y consulados a las que deben acudir los españoles que quieran votar desde el extranjero que, según él, deben hacer una especie de «gymcana administrativa» para poder votar.
Ana Nogerol, abogada que trabaja con el colectivo, ha recalcado que es «necesario» que se modifique la ley electoral para facilitar el derecho al sufragio de casi dos millones de ciudadanos, porque estas trabas que denuncian desde la Marea Granate suponen no sólo una «vulneración de un derecho fundamental», sino también una falta de respeto a la «calidad democrática». El presidente de la Asociación pro Derechos Humanos de España, Jacinto Lara, señalaba en la misma línea que este «proceso electoral plagado de irregularidades» excluye al 90% de los españoles que viven en otros países.