Por Albert Traver | Efe
08/10/2016
Un vídeo del candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, en el que narra en una conversación privada cómo abusa de las mujeres desde su posición de poder se ha convertido a un mes de las elecciones en uno de los mayores escándalos de la campaña presidencial en Estados Unidos.
La grabación, que data de 2005 y que divulgó este viernes el The Washington Post, forzó al magnate neoyorquino a ofrecer disculpas públicas después de que diversos dirigentes del Partido Republicano le diesen la espalda y que los medios estadounidenses cultivasen el escándalo.
«Me atraen las mujeres bonitas automáticamente. Las comienzo a besar, es como un imán, no puedo ni esperar (…). Y cuando eres una celebridad te dejan hacer lo que quieras, puedes hacer lo que quieras (…). Agarrarlas por el coño. Puedes hacer de todo», asegura Trump, que por ese entonces ya estaba casado con Melania, en conversación privada con el presentador Billy Bush.
Al igual que Trump, Bush también se ha disculpado y ha achacado su actitud -de seguirle el juego al magnate- a su inmadurez y juventud en ese entonces.
Here is my statement. pic.twitter.com/WAZiGoQqMQ
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 8 de octubre de 2016
La conversación entre Trump y Billy Bush se desarrolla en el interior de un autobús camino a los estudios de televisión en los que el magnate iba a participar en el programa «Hollywood Access», de famosos y entretenimiento.
A su llegada a los estudios, Trump bromea con Bush sobre una presentadora que les está esperando fuera del autobús: «Tu chica está muy buena (…). Me voy tomar un Tic-Tac (un caramelo de menta), no vaya a ser que me ponga a besarla».
Momentos previos a todo esto, al inicio de la grabación, Trump narra su odisea con una mujer casada con la que intentó acostarse aunque ella lo rechazó: «Me lancé a por ella como si fuera una perra, me la intenté follar, pero no lo conseguí. Ya estaba casada».
Luego cuenta con desprecio que se la volvió a encontrar al cabo de un tiempo y que tenía las «tetas falsas» y había «cambiado totalmente su aspecto».
A Trump le cayeron palos por todos los lados.
Su oponente demócrata, Hillary Clinton, fue una de las primeras en reaccionar, «esto es un horror», pero fue entre los republicanos donde se desató una auténtica tormenta.
El escándalo incluso le obligó a cambiar su agenda para este sábado, un día marcado en el calendario de la campaña republicana porque Trump tenía previsto viajar a Wisconsin y aparecer junto al presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Paul Ryan, por primera vez.
Ryan decidió sacar a Trump del acto y el magnate ha optado por quedarse en Nueva York preparando el debate presidencial de este domingo con Clinton que seguramente le echará en cara sus comentarios machistas.
«Estoy indignado por lo que he escuchado hoy. A las mujeres se las tiene que defender y respetar, no objetivar. Espero que Trump trate esta situación con la seriedad que merece y trabaje para demostrarle al país que respeta a las mujeres mucho más de lo que sugiere esa grabación», apuntó Ryan.
Además de Ryan, que ostenta el cargo político de mayor rango en el país para la bancada conservadora, se unieron las del presidente del Partido Republicano, Reince Priebus, o el líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell.
Más duro fue el golpe que llegó desde la mormona Utah, cuyo gobernador, Gary Herbert, retiró su apoyo a Trump y avisó que no tiene ninguna intención de votarle en las elecciones de noviembre.
«Las declaraciones de Trump, además de ofensivas, son despreciables. Si bien, no votaré por Hillary Clinton, pero tampoco lo haré por Trump», apuntó Herbert.
También desde Utah, el exgobernador Jon Huntsman reclamó que Trump renuncie y que sea el gobernador de Indiana y aspirante republicano a vicepresidente, Mike Pence, quien «lidere la candidatura».
No sería raro que Clinton gane el próximo 8 de noviembre en la ultraconservadora Utah, estado en el que Trump no despierta simpatías.
Ante la tormenta desatada, Trump divulgó pasada la medianoche un vídeo en su cuenta de Facebook en el que se disculpó, a su manera, por los comentarios.
«He dicho y hecho cosas de las que me arrepiento, y las palabras publicadas hoy en un vídeo que tiene más de una década son una de ellas (…). Ya lo he dicho: me equivoqué y pido disculpas», dijo Trump, que acto seguido citó los escándalos sexuales de los Clinton.
«Hay una gran diferencia entre las palabras y las acciones de otras personas. Bill Clinton ha abusado de mujeres y Hillary (Clinton) ha acosado, atacado, avergonzado e intimidado a sus víctimas», agregó Trump en una declaración leída.
Trump y Clinton se verán las caras este domingo en San Luis (Misuri) en un debate que promete más tensión, si cabe, que el del pasado 26 de septiembre.