Por MANUEL DOMÍNGUEZ MORENO
La campaña electoral en Andalucía atraviesa su ecuador con todas las espadas en alto y los mismos interrogantes que avanzaban las encuestas de los diferentes medios de comunicación en el pistoletazo de salida para la cita del 22-M.
A priori, Susana Díaz y su PSOE andaluz, con escasa presencia de los grandes espadas de Ferraz para evitar interferencias por estas tierras del sur, mantiene un tono medio-bajo de campaña, apostando sobre todo por conseguir ese voto indeciso aún (el 41% de los andaluces no sabía a quién iba a votar al comienzo de la campaña electoral) que se mueve por el centro, incluso intentando acaparar al votante más ‘centrado’ del PP, que también se disputan los propios populares y los Ciudadanos de Albert Rivera, al que las encuestas le otorgan ser la segunda sorpresa en liza de estas elecciones andaluzas, tras Podemos, en detrimento de UPyD y una castigada en exceso Izquierda Unida, cuyos votantes más fieles no ven con malos ojos sus tres años de gobierno en Andalucía junto a los socialistas sino más bien se decantan por el voto útil de la izquierda aglutinado en torno a Podemos.
Podemos es, sin duda, la formación sobre la que se centran todas las miradas. Su candidata, Teresa Rodríguez, lejos de achicarse y amilanarse frente a la torrencial Susana Díaz, y consciente de un inusitado, inesperado y elevadísimo índice de popularidad, pide sin arrobo un cara a cara con la lideresa del PSOE andaluz. Díaz, en cambio, evita a toda costa nombrar la palabra maldita en sus mítines (“Podemos”) para no darle más alas al ‘demonio’ personificado en la formación de los círculos.
Al PP de un ya algo más conocido Juanma Moreno, que se vino arriba tras el debate a tres en Canal Sur (como le recordó a Díaz la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría), le crecen los enanos. La sombra del número cuatro en la lista por la provincia de Almería (el mismísimo Javier Arenas) es muy alargada aún. Ahora, la red Gürtel planea también por la campaña andaluza tras ser apuntados por el juez Ruz la actual alcaldesa de Jerez, María José García-Pelayo, y el ex jefe de prensa del histórico líder del PP andaluz, Isidro Cuberos. Los electores del PP, que en las últimas andaluzas de 2012 le otorgaron la victoria en las urnas, aunque no pudo formar gobierno, siguen desconcertados. Amén de los que afirman que incluso votarán a Podemos, los menos, los hay plenamente convencidos de que depositarán su voto de castigo al PP más allá de una mínima afinidad con Ciudadanos, UPyD, e incluso PSOE o Vox. Desconcierto total en el margen derecho.
En este panorama de reparto de fuerzas, el pactismo se antoja obligatorio y muchos se aprestan a poner el parche antes de que aparezca la herida. Sin ir más lejos, Susana Díaz advierte a Ferraz que será desde Sevilla donde se determinará con quién se pacta y en qué condiciones. Para sorpresa de todos en su partido, abre una caja de Pandora que nadie esperaba a estas alturas del partido.
Si nos atenemos a las encuestas, sólo un kamikaze pacto PSOE-PP serviría para formar gobierno, puesto que ni PSOE-Podemos ni PP-Ciudadanos ni PSOE-IU sumarían mayoría absoluta.
Pero como no hay encuesta que a priori atine sobre el resultado final del 22-M, aunque todas ellas vaticinan un descenso sostenido del PSOE, una caída rotunda del PP e IU y una entrada atronadora de Podemos y Ciudadanos, habrá que dejar un capítulo importante para el factor sorpresa de un electorado que respira hartazgo y cansancio ante el “y tú más” que no se cansan de pregonar mutuamente PSOE y PP y de unos índices insostenibles de paro y corrupción institucional.
Entre barómetro y barómetro de intención electoral y noticias sobre corrupción, se cuela en la campaña una corrupción aún más dañina que afecta directamente a la ciudadanía: la corrupción periodística, que repercute directamente en la libertad del hombre como ser libre.
Los andaluces están a un paso decisivo de escribir una nueva página de su historia. Y este paso desde el Sur también será el primero que encauzará la cita de las autonómicas y municipales de mayo, las catalanas de septiembre y las generales de fin de año. Por eso y mucho más el Sur también existe y marcará el Norte del país. Una vez más.
Ver más:
- Andalucía, la misteriosa seducción de un pueblo
- Pedro Sánchez: “Me pueden pedir que sea contundente pero no injusto”
- Juego de tronos, en Cambio16
- La situación del PSOE en cinco claves