Por Cambio16
18/05/2017
El Tribunal Supremo de Brasil ha confirmado la apertura de una investigación al presidente, Michel Temer, por supuesta obstrucción a la justicia, después de que una grabación revelara que intentó comprar el silencio de un influyente diputado, actualmente en prisión, para que no ofreciera detalles de la corrupción en Petrobras.
La decisión ha sido tomada por el instructor del caso Petrobras en el Supremo, el juez Edson Fachin, que acepta la petición realizada por la Procuraduría General de la República. Así, Temer pasa a ser formalmente investigado en el marco de la operación ‘Lava Jato’.
Según una investigación publicada por el diario O Globo, Temer fue grabado a principios del pasado mes de marzo en una conversación con los dueños del gigante cárnico JBS, Joesley Batista y Weisley Batista.
En la grabación, el mandatario brasileño aprueba comprar el silencio del expresidente de la Cámara de Diputados Eduardo Cunha, actualmente en prisión por participar en la trama de corrupción. «Hay que mantener eso, ¿ok?», afirma Temer en la citada conversación, mientras los dueños de la empresa JBS confiesan que destinan mensualmente un importe a Cunha para que no hable.
Con esta decisión, el Supremo acorrala a Temer, que llegó al poder hace un año tras promover la suspensión y posterior destitución de su antecesora, Dilma Rousseff. El presidente había anunciado una comparecencia pública para este jueves con el objetivo de defenderse de las acusaciones, pero, de momento, ha cancelado toda su agenda para celebrar reuniones de emergencia con su equipo.
En una de ellas, la mantenida con los legisladores, Temer aseguró que su gobierno no caerá. En el encuentro, el presidente brasileño afirmó que es víctima de una «conspiración» desde el mismo momento en que su gobierno empezó a tener éxito.
Desde que se dio a conocer la grabación, el opositor Partido de los Trabajadores (PT), así como varias organizaciones sociales, han solicitado la dimisión del presidente, además de presentar una petición de ‘impeachment’ contra él similar a la que sufrió Rousseff. Varios grupos de manifestantes han salido a la calle en las últimas horas para exigir su renuncia, tanto en las inmediaciones del Palacio de Planalto, en Brasilea, como en la capital financiera, Sao Paulo.