Por Iñigo Aduriz
02/06/2016
Apenas quedan 26 días para la repetición de las elecciones generales y el PSOE, que en las pasadas obtuvo el peor resultado de su historia en unos comicios de estas características, las afronta ante un escenario que se le complica por momentos y que cada vez se parece más a una tormenta perfecta. Sus principales dirigentes confían, en todo caso, en poder mejorar el número de apoyos que lograron el 20 de diciembre e incluso se muestran confiados en llegar a La Moncloa este mismo verano.
Pero a los debates internos que volvieron a salir a la luz en los últimos meses se unió la decisión, el pasado 10 de mayo, de Podemos e IU de concurrir conjuntamente a las elecciones, conformando un frente de izquierdas del que los socialistas quedaron fuera. Esa alianza ha provocado un cambio en las encuestas en las que, hasta el momento, el partido de Pedro Sánchez se mantenía como segunda fuerza y, por tanto, como la formación hegemónica del centro izquierda en España.
Sin embargo, varios estudios demoscópicos apuntan ya a que podría darse el temido sorpasso y que Podemos e IU superen al PSOE en votos e incluso en escaños. Los socialistas tratan de restar importancia a estas encuestas públicamente, aunque de puertas para dentro cunde el pesimismo y el temor a que los comicios sitúen a su partido en tercer puesto y se desate un cisma interno que lo divida y le impida levantar cabeza en los próximos años.
La justicia en la precampaña
A esto se sumaba este miércoles la decisión del juez de refuerzo del juzgado de instrucción 6 de Sevilla, Álvaro Martín, que ha procesado a los expresidentes de la Junta de Andalucía Manuel Chaves y José Antonio Griñán y seis exconsejeros de tras concluir la pieza «política» de los ERE relativa al procedimiento empleado por el Gobierno regional para pagar ayudas a empresas. Les atribuye a ambos un delito de prevaricación administrativa que no incluye penas de prisión y a Griñán también le imputa malversación.
El procesamiento llega en plena precampaña y en uno de los momentos más delicados para el PSOE, y si bien tanto Griñán como Chaves se han dado de baja de inmediato del partido –tal y como les exige el código ético de la formación– muchos socialistas temen que la decisión del juzgado les reste votos en una de sus principales plazas, Andalucía, donde en las pasadas elecciones obtuvo la fuerza que le permitió aguantar como el segundo partido más votado del país.
«Yo no voy a hacer como el PP»
Públicamente el líder de los socialistas no ha mostrado este miércoles ningún temor al respecto. Pedro Sánchez se ha limitado a respetar «el trabajo de los jueces» durante un acto que ha protagonizado en Cantabria, según informa la agencia Efe. «Yo no voy a hacer como el PP, que cuestiona el trabajo de los jueces. Y en segundo lugar, es evidente que asumieron su responsabilidad política el año pasado«, ha afirmado en alusión a la decisión de Chaves y Griñán de dejar sus escaños en el Congreso, el primero, y en el Senado, el segundo.
Sánchez ha insistido, no obstante, en que «lo que hay que hacer es respetar el principio de presunción de inocencia». Además, el máximo dirigente del PSOE ha dicho que los españoles tienen que tener la seguridad de que su gobierno será el de la «honradez intransigente», porque eso es lo que reclaman los ciudadanos, que están sufriendo los efectos de la crisis y los «recortes del PP».