Por Cambio16
El presidente del Grupo Volkswagen en Estados Unidos, Michael Horn, admitió este jueves ante un comité del Congreso de Estados Unidos que en la primavera de 2014 fue informado del posible incumplimiento de los niveles de emisiones.
No obstante, Horn precisó que fue el 1 de septiembre de este año cuando la matriz del fabricante alemán reconoció que los vehículos del grupo contenían el software ilegal, y añadió que, hasta ese momento, sólo sabía que algunos de esos automóviles diésel no cumplían con las normativas estadounidenses sobre emisiones.
Además, ha reconocido que el objetivo del software instalado en algunos de sus vehículos diésel era ocultar sus emisiones reales y que la mayoría de los vehículos trucados para ocultar sus emisiones no serán arreglados hasta 2017.
A preguntas de congresistas de la Cámara de Representantes de EEUU sobre cuándo VW arreglará los casi 500.000 vehículos trucados, Horn admitió que en la mayoría de los casos, la compañía aún no sabe cuando lo podrá hacer, pero que estima que llevará «más de un año, definitivamente».
Mientras, la fiscalía alemana ordenó registrar varias sedes de Volkswagen, entre ellas la central en Wolfsburgo (norte de Alemania), en el marco de la investigación abierta por la manipulación de las emisiones contaminantes.
Según informó la fiscalía de Braunschweig (norte) en un comunicado, el objetivo de los registros es incautarse de documentación y soportes informáticos «que puedan contener información sobre el exacto proceder y la identidad de los empleados de la compañía implicados» en los presuntos hechos delictivos que se investigan.
Los registros fueron dirigidos por tres oficinas de la fiscalía alemana, con apoyo de las fuerzas de seguridad.
Tras recibir varias denuncias, la fiscalía de Braunchsweig decidió abrir diligencias para investigar un presunto fraude por el trucaje de motores diésel de varios modelos del grupo Volkswagen.
Aunque en un primer momento el ministerio público informó de que las diligencias se centraban en el expresidente de Volkswagen Martin Winterkorn, quien dimitió poco después de conocerse el escándalo, después aclaró que se trataba de una investigación contra desconocidos.
El escándalo de Volkswagen se desencadenó el pasado 18 de septiembre, cuando la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) divulgó que casi medio millón de automóviles de ese grupo están trucados para esconder sus emisiones reales de óxidos de nitrógeno.
Se estima que en todo el mundo unos once millones de vehículos de VW están equipados con el software que permite ocultar el nivel real de esas emisiones durante las pruebas de laboratorio, la mayoría de ellos en países de la Unión Europea.