Por Iñigo Aduriz
El Gobierno persiste en su estrategia de los últimos meses respecto a Cataluña y no mantendrá, por el momento, ningún contacto con los partidos independentistas catalanes a pesar de la mayoría de escaños que obtuvieron estos en las elecciones del pasado 27 de septiembre. En rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, se ha remitido a las palabras del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, al respecto. “Cuando exista un Gobierno en Cataluña y se produzca una investidura, él estará encantado de hablar dentro de los márgenes que existen en la ley”.
El Ejecutivo considera, en todo caso, que los resultados de los comicios catalanes empeoran la situación de los ciudadanos catalanes. Pero también la de los miembros de la lista de Junts pel Sí, clara ganadora de las elecciones. “Quien convocó esas elecciones autonómicas no obtuvo ni la posición ni los votos que deseaba para cualquier tipo de actuación posterior. Incluso quienes defendían un programa similar han considerado que ese resultado no permite abrir ningún proceso como el que planteaba el [actual president de la Generalitat] señor [Artur] Mas”, ha asegurado, en referencia a la posición de la CUP, que asume que en número de votos no vencieron las opciones independentistas.
Sáenz de Santamaría ha ido incluso más allá y ha asegurado que, en los últimos cinco años, “el Gobierno de Cataluña no se ha dedicado a gestionar los problemas de los ciudadanos de Cataluña”. “Mucho me temo que con lo que estamos viendo estos día la situación es igual si no peor”, ha enfatizado. A su juicio “fue sorprendente esa lista única”, igual que lo es, en su opinión, la opción de “los cuatro presidentes” rotatorios que se planteaba en los últimos días. La vicepresidenta considera que “ese es el problema de Cataluña: que hay cuatro optantes a la Presidencia, incluso compartida, y falta un Gobierno”.
En respuesta a las preguntas de los periodistas Sáenz de Santamaría ha recalcado que “la situación de los catalanes va a peor”, al igual que “la situación de los que convocaron esas elecciones”, porque el resultado “pone de manifiesto su debilidad”. La número dos del Gobierno ha lamentado la “profunda fractura de la sociedad de Cataluña” y ha confiado en que “el Gobierno que se forme trabaje para superarlo”.
La vicepresidenta ha comparecido junto al ministro de Economía, Luis de Guindos, y al de Justicia, Rafael Catalá. Precisamente a este último se le ha preguntado acerca de la imputación de Artur Mas por la convocatoria de la consulta del 9N por parte del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. Él ha asegurado que se enteró de dicha imputación cuando la hizo pública ese tribunal.