Por Andrés Tovar
17/11/2016
Si algún país ha demostrado que cuando se propone algo, normalmente lo consigue, ese es China. Hace unos años se planteó producir trenes, y luego de comprar un par a los alemanes, uno para usarlo y otro para desarmarlo y copiarlo, hoy le vende trenes al mundo.
Algo similar quiere hacer con los robots, respecto de los cuales países como Japón y también Alemania, le llevan ventaja. No es casualidad que sea el principal consumidor mundial de robots industriales.
Por eso, no ha llamado la atención que en el marco de la Feria de robots en Beijing, haya presentado toda una gama de robots con los cuales aspira a mostrar que puede construir robots sumamente avanzados, pero además, los cuales quiere utilizar en la automatización de sus industrias con el fin de hacer frente a dos problemas: los costos salariales que le quitan ventaja competitiva y la resistencia que están poniendo las mujeres para tener más hijos.
Esto explica que cada vez sea más frecuente que las fábricas de los centros industriales de China sean operadas por robots. Para citar un ejemplo, Associated Press, en su artículo sobre la exposición de robots, titulado Robots: eje de la estrategia china para el futuro, da cuenta de que la empresa taiwanesa Foxconn, que ensambla los iPhone de Apple en China, tiene 40 mil robots en sus fábricas.
Lo interesante es que esto forma parte un proyecto que ese país ha denominado «Hecho en China 2025«, que tiene como propósito no solo que sea el principal empleador de robots en el mundo, sino que aspira a producir unos 100 mil robots industriales por año y contar con una «densidad de robots» de 150 robots por cada 10 mil empleados para el 2020.
Todo un reto, porque su densidad de robots aun está lejos de estar entre los top ten del mundo, respecto a países como Portugal e Indonesia que le sacan ventaja.
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Para lograr esta meta, las empresas chinas han estado trabajando muy duro. En 2015 lograron colocar unos 20 mil robots en mercado local, pero aspiran a aumentar su producción.
Lo más difícil está siendo innovar en la complejidad de tareas que pueden hacer sus robots. Por ello, están importando talento de otros países que les permita mejorar sus robots, porque tienen claro que de eso dependerá hacia futuro la modernización de sus industrias.
Gracias a ello, hoy cuentan con modelos que saben responder a comandos hablados, pulir un estuche de teléfono celular, identificar chips de computadoras, administrar negocios, realizar tareas caseras básicas, entre otros.
Sin embargo, la aspiración es hacerlos cada vez más útiles para sean usados en la diversidad de industrias que tienen en ese país.