Por Cambio16 | Efe
23/05/2016
El ecologista Alexander Van der Bellen se ha impuesto finalmente en las disputadísimas elecciones presidenciales austríacas al candidato ultranacionalista Norbert Hofer.
El ultranacionalista y el ecologista Alexander Van der Bellen habían quedado virtualmente empatados este domingo en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales.
En la primera vuelta electoral, el pasado 24 de abril, como ha sucedido ahora en la segunda vuelta, el voto por correo favoreció claramente al candidato ecologista.
Los medios nacionales e internacionales llevaban semanas hablando de la polarización de Austria, pero la división ha llegó al punto de dividir matemáticamente al país. El mensaje de «los austríacos primero», el cierre de fronteras a los extranjeros y el «social-patriotismo» de Hofer convencieron al 51,9%ode los austríacos.
Van der Bellen, un intelectual de izquierdas de 72 años, se ganó el apoyo del otro 48,1%de votantes con su mensaje europeísta, de apertura a los refugiados y su imagen de hombre moderado y tolerante.
Aunque el recuento del voto en urna ha dado la victoria a Hofer, el resultado no podía determinarse hasta que este lunes se hubieran contado los 900.000 votos enviados por correo, que suponen un porcentaje récord del 14% del censo electoral y que han sido los que finalmente han inclinado la balanza del lado del candidato ecologísta.
Esta ronda definitiva, la primera en la historia de Austria de la que quedaron excluidos el Partido Socialdemócrata y el Popular, socios en la gran coalición de Gobierno, ha reflejado la clara división social, geográfica e ideológica del país.
Van der Bellen gana en las grandes ciudades, entre las mujeres y entre los austríacos más formados. Hofer puntúa en el campo, entre los hombres, los jóvenes y, paradójicamente, entre las clases trabajadores y los barrios obreros, que tienen la sensación de que la socialdemocracia, y la izquierda en general, les ha abandonado.
Aunque ni el Partido Socialdemócrata ni el Popular han recomendado abiertamente el voto para Van der Bellen, el candidato progresista se preció el domingo de haber sido capaz de reunir a austríacos «de generaciones, edades y clases sociales» que coinciden en el rechazo a tener un presidente de la ultraderecha populista.