Por Luis Miguel Pascual | Efe
17/07/2016
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Mohamed Boulhel, el autor de la masacre de Niza, no había dado signos de extremismo religioso a su entorno, pero de forma «rápida» se radicalizó hasta cometer un atentado que el yihadista Estado Islámico (EI) ha reivindicado como obra de uno de sus «soldados».
Descrito como un personaje introvertido hasta la mala educación, mujeriego casi adicto al sexo, que no acudía a la mezquita ni respetaba los preceptos del islam, Boulhel entró en contacto con círculos radicales que le captaron de forma rápida, explicó a los investigadores uno de los arrestados por la policía tras el atentado.
La policía francesa ha arrestado este domingo a otras dos personas del entorno del autor de la masacre, lo que eleva a siete el número total de detenidos, según el canal BFM TV. Se trata de un hombre y una mujer, que fueron arrestados temprano por la mañana, en relación al ataque que causó 84 muertos, incluidos 10 niños y adolescentes, y más de 200 heridos, 26 de ellos todavía en estado crítico. Las otras cinco personas, entre las que se incluye su exmujer, detenida el viernes, permanecen bajo arresto y todavía están siendo interrogadas en una comisaría situada a dos calles del domicilio del terrorista, en Niza.
El ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, reiteró que el terrorista, este tunecino de 31 años, padre de tres hijos y que trabajaba como repartidor, no había dado ningún signo que indicara su acercamiento a grupos yihadistas.
Pero los investigadores han podido determinar que «se radicalizó muy rápidamente» hasta seguir los preceptos del EI, que preconiza acciones terroristas contra los países que participan en la coalición internacional que les combate en Siria e Irak.
Su colega de Defensa, Jean-Yves Le Drian, reconoció en la acción de Boulhel «la inspiración que insufla» el EI a mentes «debilitadas» por los constantes mensajes que lanza para «atacar a franceses, principalmente, y a estadounidenses, a través de cualquier medio».
Francia ha encontrado en la reivindicación del atentado por parte del EI y en los testimonios de su rápida radicalización el respaldo a su tesis de que el atentado de Niza estaba inspirado por el yihadismo.
Una hipótesis que había sido puesta en duda por los numerosos testimonios que situaban a Boulhel lejos de todo influjo religioso y le describían como un mujeriego adicto a la musculación, aficionado al alcohol y a bailar salsa.
Más difícil detectar a los potenciales terroristas
Cazeneuve, que participó en un Consejo de Ministros sobre seguridad en el Palacio del Elíseo, aseguró que el atentado de Niza abre una nueva perspectiva en la lucha contra el terrorismo, ya que es más difícil discernir a los potenciales terroristas.
Pero, además, el autor de la masacre de Niza no necesitó apilar un arsenal de armas o explosivos para cometer una masacre.
Su arma fue algo tan banal como un camión frigorífico, con el que burló la vigilancia policial que rodeaba el paseo de los Ingleses, cortado al tráfico en la noche del 14 de julio para que miles de personas presenciaran frente a la playa los tradicionales fuegos artificiales de la fiesta nacional francesa.
Boulhel había premeditado su acto, puesto que alquiló el camión tres días antes, y lo llevó a cabo con ensañamiento, puesto que fue zigzagueando con su mortífero recorrido para atropellar al máximo de personas.
Los investigadores franceses continúan analizando el material incautado en el camión y en los domicilios de Boulhel, en el que vivía solo y el que compartió con la madre de sus tres hijos hasta hace año y medio.