Por Efe
21/01/2016
El acoso escolar, un problema que va en aumento, se ha convertido en una lacra que marca a los menores de por vida y, en algunos casos, los induce al suicidio, un problema que ha hecho que el Ministerio de Educación tome cartas en el asunto y habilite un teléfono de ayuda que operará a partir de junio.
El suicidio de Jokin, un joven de 14 años de Fuenterrabía (Guipúzcoa), fue el detonante en 2004 para sensibilizar sobre este fenómeno a la sociedad española, que hoy ha lamentado el caso de Diego, un alumno madrileño de once años que se quitó la vida el pasado octubre tras dejar escrito en una carta, dada a conocer ahora por su padres, que no quería ir al colegio.
Los padres de este menor, que era alumno del colegio Nuestra Señora de los Ángeles de Villaverde, han acusado al centro y a la Consejería de Educación madrileña de tratar de «tapar» el caso y «eludir responsabilidades».
La carta de Diego:
La madre, Carmen González, cree que «no hay dudas» de que el motivo que llevó a su único hijo a quitarse la vida fue el acoso que sufría, aunque en ningún momento sospecharon de ello.
El pequeño estuvo cuatro meses de baja por un «shock» y, según ha comentado el portavoz de la familia, Fernando Sacristán, los padres mantuvieron varias reuniones rutinarias con la tutora antes del suceso y ésta les dijo que era un niño «brillante» y que se le veía «bien» y «contento».
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, ha garantizado que su Gobierno está poniendo en marcha «todas las medidas disponibles» para prevenir y combatir el acoso escolar, incidiendo en las familias, para que puedan detectar estos casos aunque el menor no lo haya contado.
Cifuentes ha confirmado que dentro de unos días se reunirá con los padres de Diego, un caso que ha calificado de «verdaderamente terrible».
Precisamente en el día en que se ha conocido la misiva de despedida del menor, el ministro de Educación en funciones, Íñigo Méndez de Vigo, anunció que las víctimas de acoso escolar dispondrán en junio de un teléfono de atención similar al habilitado para violencia machista, que tendrá carácter gratuito y atendido por expertos en psicología, pedagogía y justicia.
Además, el viernes se llevará al Consejo de Ministros un plan de actuación contra el acoso que hoy ha cerrado la Comisión de Subsecretarios y Secretarios de Estado.
«Queremos que no haya un grito solitario, que tengan a alguien a quien decírselo y en quien confiar», ha apuntado el ministro sobre un problema que se ha visto agravado por la revolución tecnológica.
Cinco casos en estudio
Por su parte, la Asociación Madrileña contra el Acoso Escolar (Amacae) ha informado de que está estudiando cinco casos de acoso escolar en lo que va de enero, y eso que las clases comenzaron en la segunda semana del mes .
La presidenta de esta asociación, María José Fernández ha dicho: «empezamos tan mal el año como acabó el anterior, en el que se multiplicaron por cuatro el número de casos, 71 frente a los 17 de 2014″.
La presidenta de la Asociación Contra el Acoso Escolar (ACAE), Encarna García, ha alertado de que el acoso escolar puede provocar que vaya a haber generaciones «tocadas» para el futuro.
Y el director de programas de la Fundación de Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo (ANAR), Benjamín Ballesteros, ha advertido que el acoso «marcará» a muchos niños.
Ambos han destacado que las nuevas tecnologías y las redes sociales agravan el acoso entre niños y adolescentes.
García ha dicho que su asociación recibe cerca de 400 llamadas al mes sobre esta problemática y ha criticado que en la mayoría de los casos la solución sea cambiar a la víctima de centro.
El experto de ANAR recalca que el acoso «va a más» en las últimas décadas y ha explicado que el 7,3% de las llamadas de orientación especial de adolescentes que llegan al teléfono de esta organización son sobre este tema, al igual que el 4,3 % de las de adultos o personas del entorno familiar del menor.