Por Cambio16
25/09/2016
Los resultados en Galicia otorgan la victoria clara del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que conseguiría una tercera mayoría absoluta consecutiva en las elecciones gallegas con 41 escaños para el PP, los mismos que en 2012. Un resultado que trae aire al partido de Mariano Rajoy, que no atraviesa por su mejor momento a nivel nacional. Mientras, el PSOE, con el 98% escrutado, ve como En Marea ha logrado arrebatarle el segundo puesto. El BNG logra seis escaños y Ciudadanos se queda fuera de este parlamento autonómico y del vasco.
Así, en Euskadi, el PNV no sólo ha revalidado su victoria en el País Vasco sino que ha conseguido dos escaños más que los que tenía y suma 29 parlamentarios, seguido de EH Bildu (17) y Elkarrekin Podemos (11), mientras que el PSE-EE pierde 7 escaños y se queda con 9.
El PP se sitúa como quinta fuerza, con un escaño menos que hace cuatro años, empatado con el PSE-EE.
Así, con el 98,11% escrutado, los resultados en Galicia son:
Y en el País Vasco, con el 100% escrutado:
Sondeos
El PNV habría ganado las elecciones vascas con entre 27-30 escaños, con EH Bildu como segunda fuerza con 16-18, Podemos como tercero con 13-15, PSE cuarto con 8-10, PP quinto con 7-8 y Ciudadanos con 0-1 parlamentarios, según el sondeo que ha hecho público la televisión pública ETB. Mientras, el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, lograría una nueva mayoría absoluta para el PP, según la encuesta de la TVG, al obtener entre 38 y 41 escaños y un porcentaje de votos 45,4%; En Marea y el PSdeG empatarían a 14-16 diputados y 19,5% y 18,9% de los votos respectivamente.
Contrariamente a ocasiones anteriores, la encuesta de
la televisión pública ETB no se ha realizado a pie de urna, sino en el día previo a la votación, con 2.400 entrevistas por teléfono, aunque ha sido hecha pública a las ocho de la tarde, con los colegios cerrados.
La encuesta coincide con los sondeos anteriores en que el PNV revalidaría como la fuerza más votada, ya que lograría entre 27 y 30 escaños (36,5 % de votos), cuando ahora tiene 27.
La segunda fuerza sería EH Bildu con 16-18 parlamentarios y el 20,7 por ciento (ahora tiene 21 escaños), mientras que Podemos entraría en la Cámara con 13-15 representantes y el 17,9 por ciento de los votos.
El PSE tendría 8-10 parlamentarios, con el 11,1 por ciento de los sufragios, frente a los 16 escaños hasta ahora; el PP lograría 7-8 parlamentarios con el 9,7 por ciento de los votos, frente a los 10 escaños actuales, y Ciudadanos podría entrar en la Cámara vasca, con 0-1 escaños y el 2,2 por ciento de los votos.
Los primeros resultados oficiales se esperan para las nueve de la noche, y los definitivos para las diez y media aproximadamente.
La participación en las elecciones gallegas se ha situado a las cinco de esta tarde en el 42,48%, un porcentaje «prácticamente idéntico» al de las autonómicas de 2012 a esta misma hora, que fue del 42,50%, mientras que ha caído casi tres puntos porcentuales en el País Vasco, que registra un 44,4%.
Los datos facilitadas por la Xunta de Galicia y el Gobierno vasco muestran que, en el caso de Galicia, la provincia de A Coruña ha tenido el menor porcentaje de participación, un 42%, por debajo de Lugo (42,71%), Pontevedra (42,3%) y Ourense (44,47%).
ELECCIONES VASCAS
La cita electoral de este domingo abre un escenario con actores noveles en la política vasca que se incorporarán a un Parlamento autonómico con el PNV como grupo mayoritario, según las encuestas, y en el que surgen distintas y novedosas posibilidades de pacto de cara a la gobernabilidad de Euskadi.
Si en esta ocasión los sondeos electorales no fallan Elkarrekin Podemos entraría con fuerza en la Cámara vasca, pero a mucha distancia del PNV que repetiría su liderazgo seguido de lejos por EH Bildu y por la formación morada. Con estas previsiones, el partido de Iñigo Urkullu tendría la hegemonía de nuevo, pero no la mayoría suficiente para gobernar sin tener que echar mano de alianzas tal y como es tradición en la historia del Parlamento Vasco.
El papel del PP en este trámite y la posibilidad de que ambos partidos crucen apoyos en el Parlamento Vasco y en el Congreso, además de poco previsible por las declaraciones de dirigentes del PNV, es innecesario, salvo en ocasiones extremas, debido al sistema vasco de investidura, que dificulta los vetos y las repeticiones electorales. Todos los partidos pueden presentar a sus propios candidatos a lehendakari, que precisan de mayoría absoluta en primera vuelta y de simple en segunda para hacerse con la Presidencia vasca.
PNV y PSE-EE, que juntos rozarían la mayoría absoluta, podrían reeditar su pacto de estabilidad de estos últimos cuatro años que, no obstante, no evitó que los socialistas colaborasen e incluso liderasen, como en el caso de la Ley de Vivienda, la aprobación de normas al margen de las preferencias del Gobierno de Iñigo Urkullu.
En el otro extremo se ha situado EH Bildu, cuyos candidatos han lanzado la idea de importar a Euskadi un «pacto a la navarra» en el que aúnen sus fuerzas PNV, Elkarrekin Podemos y la propia coalición abertzale con el derecho a decidir como norte.
Aunque en el nuevo tablero vasco todas las opciones se antojan posibles si la aritmética da, esta última parece al menos poco factible si se atiende a las declaraciones de Urkullu apelando a dejar a un lado «maximalismos, entelequias y fantasías políticas».
Lo que no parece viable es una entente entre fuerzas de izquierdas (EH Bildu, Elkarrekin Podemos y PSE-EE), combinación que ninguno de sus posibles integrantes ha puesto de manera clara sobre la mesa.
La cultura del pacto ha estado presente en todas las legislaturas, salvo en la primera en la que el PNV gobernó en solitario con 25 de los 60 escaños que componían el Parlamento Vasco.
ELECCIONES GALLEGAS
Los comicios de este 25S ponen a prueba en Galicia la única mayoría absoluta autonómica en pie, la de Alberto Núñez Feijóo (PP), y se presentan marcados por la fragmentación de fuerzas y la irrupción de la marca En Marea, que amenaza según algunos sondeos el habitual segundo puesto del PSdeG.
El líder nacional del Partido Popular, Mariano Rajoy, y el candidato Núñez Feijóo, conscientes de lo que se juega y en el caso del primero con la mirada muy puesta, además, en la realidad política estatal, han hecho, con el afán de multiplicar así los impactos, una intensa campaña por separado, salvo en el mitin final en Vigo donde se han juntado, y en todos los actos han apelado a la participación masiva.
Han invocado uno y otro, asimismo, la estabilidad, la solvencia, los resultados positivos, el sentido común y la moderación, frente, bajo el criterio de ambos, a un hipotético gobierno de división, de desgobierno, de extremismo, fruto de la coalición de prácticamente todos los demás, es decir, PSdeG, la candidatura de unidad popular bautizada como En Marea y el BNG.
Por su parte, el aspirante socialista, Xoaquín Fernández Leiceaga, fue elegido en un proceso de primarias que no culminó todo lo bien que se esperaba, puesto que un retoque de Ferraz en las listas provocó malestar en Ourense y en Pontevedra, sobre todo en el caso de esta última provincia, con un alcalde de Vigo, Abel Caballero (PSdeG), que apenas se ha involucrado en la campaña de su partido.
Pedro Sánchez y Leiceaga han invocado un «futuro mejor», mediante un «cambio tranquilo y responsable». El líder del PSOE ha pedido a la ciudadanía a sacar la «tarjeta roja» a Núñez Feijóo y a demostrar que algunos sondeos, que cree que lo que buscan es desanimar, no están en lo cierto, y por tanto no habrá el ‘sorpasso’ que vislumbra En Marea, hecho que, de producirse, abriría serias grietas.
En Marea, conformada por Anova, Izquierda Unida, Podemos y las mareas municipalistas, no sólo confían en adelantar al PSdeG sino que su cabeza de cartel, Luis Villares, ha llegado a decir que podría sobrepasar al PP y que con una semana más de campaña se encontrarían rozando la mayoría absoluta.
Sea como fuere, si la alternativa al PP es posible, tanto PSdeG como En Marea han avanzado que habría acuerdo, una situación que cuenta con la aprobación de la candidata del BNG, Ana Pontón, quien cuanta con los indecisos y trata de que el Bloque aguante el tipo, puesto que cree que puede ser en verdad determinante.
Otro de los líderes nacionales que ha visitado en numerosas ocasiones la comunidad es el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, que, como su candidata, la periodista Cristina Losada, ha lanzado un contundente mensaje a los «inconformistas», para que impidan que una mayoría absoluta lleve al partido que lo ostente a «hacer lo que le dé la gana».
En las autonómicas de 2012, el PP obtuvo 41 escaños, el PSOE 18, Alternativa Galega de Esquerda (AGE), ahora integrada en la fórmula En Marea, debutó con 9 y el BNG cosechó 7.