Por Benito Guerrero
30/08/2016
Tres de cada diez españoles sufren síndrome postvacacional. La vuelta a la rutina provoca que el cansancio aumente y nos cueste más esfuerzo llegar al final del día. Dormir mal, no aguantar el ritmo diario, irritabilidad o tener dificultad para concentrarse son algunos de los síntomas de este síndrome que, de momento, no está considerado como enfermedad. Así lo apunta un estudio de Adecco.
Pero no todo el mundo lo sufre. Se intuye que las personas con poca tolerancia a la frustración y las más vulnerables son las que más posibilidades de sufrirlo tienen. También aquellas que se encuentran en situación de desempleo al ver cómo familiares y amigos vuelven a sus puestos de trabajo.
Ahora que se acerca septiembre, para que la vuelta a la rutina no sea un proceso traumático, te damos las diez claves que IMF Business School recomienda para conseguirlo.
1. Buscar nuevos retos
Trata de emprender nuevas ideas. Aprender un nuevo idioma o comenzar a hacer deporte puede ayudar a reducir la ansiedad de volver a la rutina. Además, adquirir nuevos conocimientos facilita la búsqueda de empleo y como consecuencia la situación de estrés e irritabilidad que provoca el no tenerlo.
2. Practicar deporte
Libera endorfinas practicando actividades físicas a diario. Salir a correr, practicar yoga cada mañana o apuntarte al gimnasio facilitarán la reducción del estrés acumulado. Ademas, te recomendamos que acompañes el ejercicio físico de una buena alimentación para multiplicar los beneficios.
3. Actitud positiva
Trata de interpretar la vuelta a la rutina con mentalidad positiva, el poder de la mente te sorprenderá. Piensa que la vuelta al trabajo supone retomar las relaciones con esa gente tan increíble que te acompaña en la oficina.
4. Fijarse objetivos a corto plazo
Haz una lista con los sueños que quieres cumplir durante el próximo año. La motivación aumentará exponencialmente. Apuntarse a talleres o cursos de corta duración ayuda a favorecer la sensación de bienestar con uno mismo.
5. Volver a la rutina de forma gradual
Un error que solemos cometer es incorporarnos al trabajo al día siguiente de volver de vacaciones. Tómate unos días para volver a adquirir los hábitos que has perdido durante las vacaciones como, por ejemplo, poner el despertador.
6. Dormir ocho horas
Se supone que este punto no habría que aclararlo pues, durante todo el año, deberíamos dormir entre siete y ocho horas diarias. En vacaciones solemos trasnochar más y madrugar menos, por eso evita la siesta a la vuelta y pon el despertador un poco antes los primeros días.
7. Levantarse más temprano unos días antes de la vuelta
Aunque pueda parecer lo contrario, madrugar ayuda a hacer más fácil la vuelta al día a día. El cuerpo se adaptará con más facilidad a los horarios habituales.
8. Retomar el contacto con los compañeros
Aprovechar la vuelta para quedar con los compañeros a los que no has visto durante las vacaciones, ponerse al día y compartir las experiencias vividas es una buena forma de readaptarse a la rutina. Las quedadas después de la jornada laboral son bien recibidas.
9. Reducir el consumo de cafeína
El té, el café y demás bebidas con cafeína agudizan los síntomas de estrés y nerviosismo. Elimínalos de tu desayuno los primeros días después de las vacaciones aunque luego vuelvas a ellos. Estas bebidas favorecen los síntomas de estrés y el nerviosismo.
10. Paciencia
No hay mal que cien años dure y el estrés postvacacional no es un síndrome permanente, es pasajero. Todo es cuestión de actitud y de tiempo. En cualquier caso, si notas que se alarga demasiado, ponte en manos de un especialista.