Por Cambio16
25/5/2017
Agentes de la Policía Nacional han detenido a Antonio Jesús Barge Valdés, uno de los fugitivos españoles más buscados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y reclamado judicialmente por el atraco a una joyería de Toledo, en 1989, hechos en los que hirió gravemente a tres agentes de la Policía Nacional y a un vigilante de seguridad como consecuencia de los disparos realizados.
Por estos hechos, fue condenado a más de 40 años de prisión como autor de los delitos de cuatro tentativas de homicidio, robo con violencia e intimidación, detención ilegal, tenencia ilícita de armas y atentado a agente de la autoridad.
Barge Valdés ingresó en prisión por estos delitos, aprovechó permisos penitenciarios para seguir delinquiendo y, finalmente, en 2004, tras su último permiso, huyó y no reingresó al Centro Penitenciario. Tras más de 13 años de búsqueda, agentes del Grupo de Localización de Fugitivos de la Policía Nacional, con el apoyo del Grupo Especial de Operaciones (GEO), han logrado dar con él y detenerle en el barrio madrileño de Aluche.
Tras ingresar en prisión por el atraco cometido en Toledo, en el año 1999, durante un permiso penitenciario, fue de nuevo arrestado en una operación antidroga en la que se intervinieron 40.000 pastillas de droga de diseño. Barge realizaba tareas de seguridad para la organización criminal desmantelada. En el momento de la detención iba armado e intentó utilizar la pistola que portaba contra los agentes de la Policía Nacional.
Dos años después, en 2001, mientras disfrutaba de otro permiso penitenciario, y trabajando como portero de una discoteca de Villalba (Madrid), causó lesiones de gravedad a dos guardias civiles. En el año 2004, tras su último permiso penitenciario, volvió a huir no reingresando al Centro Penitenciario, estando en paradero desconocido desde entonces. En 2010, durante el transcurso de una investigación policial centrada en una trama dedicada al tráfico de armas, la figura Barge Valdés vuelve a aparecer, si bien fue imposible su detención debido a las extraordinarias medidas de seguridad que tomaba.
Desde entonces su detención se convirtió en prioridad para el Grupo de Localización de Fugitivos de la Policía. Incluso se difundió su imagen en varias acciones de comunicación realizadas a través de las redes sociales desde la cuenta oficial de @policia, la última en noviembre de 2016. Desde las distintas plataformas online se solicitaba la colaboración ciudadana para dar con su paradero.
Durante 13 años, los agentes han realizado una ardua investigación, cotejando más de 20.000 identidades de varones y realizando gestiones en todos los gimnasios de Móstoles, donde le situaban las últimas informaciones recibidas. Una extensa investigación que ha culminado esta mañana con su detención a primera hora de esta mañana en el barrio madrileño de Aluche, con el apoyo de agentes del GEO, ante la peligrosidad del sujeto.