Por SANDRA MARTÍN
Eran las 6:00 de la mañana cuando varios furgones policiales han llegado a una de las avenidas más conocidas del barrio madrileño de Villa de Vallecas. El problema no era otro que el desahucio de una familia: la de Wilson Ruilova y su pareja Cecilia Paredes, padres de tres hijos: Andrés de 9 años; Miguel, de 7 y Dilan, un bebé de apenas dos meses de vida.
El desahucio, que ha contado con la movilización de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, de Stop Desahucios, de vecinos del barrio y de los usarios de las redes sociales -a través del hashtag #WilsonSeQueda-, no ha tenido un final feliz, a pesar de los esfuerzos de todos. La familia se ha visto obligada a dejar atrás su hogar. El motivo del desahucio ha sido una deuda de 3.000 euros. «Con el despliegue policial que han hecho se podría haber asumido la deuda de la familia», destaca Feli Vázquez, activista de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH).
La familia de Dilan optó a una vivienda pública de la EMVS (Empresa Municipal de Vivienda y Suelo de Madrid) hace tres años, cuando sus padres tenían trabajo -de escasa remuneración- y reunían las condiciones necesarias para ser parte de este programa.
Sin embargo, esta vivienda del Ayuntamiento «fue vendida a la empresa FIDERE», según afirma Feli Vázquez, lo que incrementó el precio de la vivienda. Desde PAH explican que la familia no pudo hacer frente al nuevo alquiler y acumula ya tres meses de deuda por lo que la empresa se ha acogido a la ley de arrendamiento. «La familia ha intentado negociar, pidieron tiempo y que los impuestos se ajustaran a su realidad social», explica Feli Vázquez. «No se han negado a pagar».
El desalojo ha comenzado a las 9:00 de la mañana, protagonizado por siete furgones de antidisturbios y decenas de personas que han intentado impedirlo, aunque no se ha producido ningún incidente ni ha habido detenidos. Así, la familia ha tenido que alojarse en un albergue, «en el que la temperatura es bajísima, no tiene duchas y no cuenta con las condiciones necesarias para un bebé de 2 meses». Según explica la activista, la familia ha contado con ayuda del SAMUR y seguirá teniendo el apoyo de los activistas. «En dicho albergue sólo podrán quedarse dos o tres días y a partir de ahí, el Ayuntamiento no se hace cargo de ellos».
La plataforma social resalta que lo ocurrido en la mañana de este viernes no es extraño. No es la primera ni la última vez que una familia se queda en la calle. Feli Vázquez hace referencia a las miles de personas que viven bajo los niveles de pobreza y con escaso poder adquisitivo. Lamenta que la administración no cumpla con su papel y deberes. «No tienen ningún interés en resolver la dramática situación que se vive en estos días».
Según los últimos datos publicados por el Banco de España, en el primer semestre de 2014 un total de 26.549 familias perdieron su casa. 17.472 de estos casos fue por decisión judicial y fueron desahuciadas. El resto, 9.077, llegaron a un acuerdo con los bancos.
Desahucio en imágenes (Fotos Reuters)