Por Cambio16
08/03/2017
La pasada semana, el índice promedio industrial Dow Jones alcanzó por primera vez en la historia los 21.000 puntos tras el primer discurso que concedió el presidente de EE.UU., Donald Trump, en el Congreso estadounidense el pasado 28 de febrero. El índice ha reaccionado así a las fuertes expectativas de que el Sistema de la Reserva Federal de EEUU (FED, por sus siglas en inglés) aumente las tasas de interés este mes de marzo, previsión que confirmó el pasado fin de semana la presidenta de la Reserva Federal (banco central) de EEUU, Janet Yellen.
«En nuestra reunión más adelante este mes, el Comité (de Operaciones de Mercado Abierto) va a evaluar si el empleo y la inflación siguen evolucionando acorde a nuestras expectativas, en cuyo caso un ajuste de las tasas de fondos federales sería apropiado», dijo Yellen en un discurso en Chicago, destacando que tal decisión estaría atada a si los niveles de empleo y de inflación continúan evolucionando en la medida que lo espera esa instancia.
La presidenta de la FED indicó que lo mejor sería un incremento gradual de la tasa de interés en tanto los datos económicos sigan coincidiendo con las previsiones. En febrero el Comité no modificó la tasa y mantuvo el interés en el rango de 0,5-0,75%.
Un aumento de la tasa de interés en EEUU siempre se ha relacionado con un incremento de la volatilidad en los mercados financieros de muchas economías del mundo, como las de Europa o las de los países emergentes. Y la última vez que la Reserva Federal tomó una decisión similar fue en 2015, cuando la dejó en un intervalo de entre 0,25% y 0,50%; y anteriormente lo había hecho en 2006, diez años antes. Ahora, ¿cómo afectaría un nuevo aumento de la tasa de interés por parte de la FED estadounidense?
Cuanto más alta es la tasa de interés, más caro resulta tomar deuda para el comercio, así como también para el gobierno o el público en general. Y al contrario, es más rentable prestar créditos y comprar bonos. La disminución de la tasa de interés, por el contrario, supone que el dinero en la economía se vuelve más barato.
El cambio de la tasa de interés influye directamente en la tasa de cambio del dólar, la moneda de EEUU. Cuanto más alta es la tasa, más fuerte es el dólar. Dado que los precios de muchos productos básicos en todo el mundo, incluido el petróleo y otras materias primas, se estiman en dólares, el fortalecimiento del dólar implica que estos productos empiecen a costar menos dinero. Por otra parte, para las empresas y diferentes entidades que han tomado deuda en dólares, será más difícil devolver ese dinero.
¿Qué significa esta medida para el mundo financiero?
El aumento de la tasa de interés base por parte de la FED podría incrementar la volatilidad de los mercados financieros de muchas economías del mundo, desde Europa hasta algunos de los principales países emergentes como Brasil, Turquía o Rusia.
Además, algunos países emergentes «podrían experimentar una fuga de capitales, lo que aumentaría la presión sobre la confianza de los inversores», según la agencia internacional de calificación Moody’s.
En el caso del viejo continente, el Banco Central Europeo podría optar a una estrategia opuesta a la de la FED: suavizar la política monetaria en lugar de endurecerla. Según algunos expertos, esta decisión estadounidense podría añadir presión a la recuperación económica de la UE.
Cabe destacar que, durante su último incremento en 2015, el aumento de la tasa de interés base provocó la caída de los precios del petróleo en las cotizaciones de todo el mundo. Al día de la publicación de este artículo, el WTI está a 52,71 dólares y el Brent a 55,57 dólares, valores a los que ha contribuido el acuerdo de recorte por parte de los países Opep y no Opep, pero que se encuentra amenazado por el incremento de la producción, también en EEUU.
¿Por qué el mundo entero está pendiente de la FED?
El mercado financiero de EEUU es el más líquido del mundo, y el cambio de la situación en el mismo afecta al conjunto de la economía mundial. Tradicionalmente, el mercado de EEUU, el dólar y los bonos del Tesoro son considerados como una ‘isla de seguridad’, donde van a parar activos de todo el mundo en caso de crisis. Mientras tanto, cuando las tasas de interés son bajas, los inversores optan por ganancias mayores y dejan el mercado norteamericano en busca de activos más lucrativos.
Por eso, explica el medio, el aumento de las tasas de la FED conduce a la fuga del capital especulativo procedente de otros países, especialmente de los mercados emergentes, a EE.UU. Y esta entrada del capital aumenta el valor del dólar, al mismo tiempo que se abaratan otros activos. Uno de los ejemplos sería el petróleo, cuyo costo está denominado en dólares: el fortalecimiento de la moneda estadounidense conduce automáticamente a la caída de precios del ‘oro negro’.