Por Ores Lario
06/11/2016
¿Tienes las camisetas apiladas en la cómoda? Para Marie Kondo, esa no es la manera correcta de guardarlas. Hay que hacer varios pliegues en la prenda para que consiga consistencia y pueda sostenerse de forma vertical. Así, cuando abramos el cajón las tendremos siempre todas a la vista. Gracias a la gurú japonesa son muchas las personas que han descubierto que ordenar su casa puede ser el primer paso para ordenar su vida y tener bienestar también interior.
Tras el éxito de La magia del orden, un fenómeno global que ya ha vendido más de seis millones de ejemplares en 35 idiomas, 150.000 de ellos en castellano, la editorial Aguilar publica La felicidad después del orden, una guía ilustrada y paso a paso que en 328 páginas ayuda a poner en práctica el método KonMari (nombre que procede de jugar con las letras de su nombre y apellido), organizar la casa, nuestra vida y ser más felices.
Marie Kondo nos propone un método de depuración material y espiritual. El pilar fundamental se basa en desechar y conservar sólo lo imprescindible, lo que nos hace felices. Algo que, según apunta la autora, debe hacerse de una sola vez y sin dejarlo a la mitad. No se trata de milagros, sino de conservar aquellos objetos que nos provocan alegría y tirar todo lo demás, con el único criterio de decisión de la emoción y el instinto. Para conseguirlo se inspira en los principios orientales del orden y en la filosofía del minimalismo.
El nuevo libro tiene un precio de 15,90 euros y, en él, la autora enseña, paso a paso y mediante ilustraciones, a poner en práctica su método, que fusiona sintoísmo y Feng Shui. En el volumen, Kondo explica cómo doblar la ropa, cómo rganizar los cajones o cuál es la manera más efectiva de mantener la cocina y el baño siempre limpios.
A quien decida embarcarse en esta aventura y llegar hasta el final, le espera más de una sorpresa. Y es que, según la autora: «Quien sabe ordenar, gana en seguridad. Empieza a creer en el futuro. Las cosas empiezan a ir más suavemente. La gente que onoce también cambia. Las cosas inesperadas suceden de una manera positiva. El cambio comienza a acelerarse. Y se empieza a disfrutar realmente de la vida».
Una propuesta que se puede poner en práctica este domingo lluvioso.