Adiós a la crisis. Ese es el mensaje que no dejan de repetir desde el Gobierno y que algunos grandes empresarios han respaldado; incluso este miércoles el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, aseguraba no creer en el aumento de la pobreza en España en «las proporciones tan enormes que dicen» porque no ve «a la gente más que antes en la calle ni viviendo debajo de un puente». Pues según el informe de la Red Europea de la lucha contra la pobreza y la exclusión social (EAPN) basado en el índice AROPE (At Risk Of Poverty and/or Exclusion), se equivocan. La crisis económica y las políticas de recorte han abocado desde 2009 a dos millones de personas a la pobreza y la exclusión social y la tendencia va en aumento; de hecho, se batieron récords en 2014. La población que sufre esta situación alcanzó el 29,2%, lo que supone un total de 13.657.232 personas, 790.801 nuevas con respecto a 2013. Se trata de la cifra más alta desde que se calcula este indicador.
A esto hay que sumarle un pódium europeo que debería sonrojar: España es el segundo país de la UE en pobreza infantil y desigualdad. «Este sector de la población siempre ha sido el más afectado y, aunque entre 2009 y 2013 el indicador AROPE lo ha mantenido en torno al 32%, fue en 2014 cuando llegó hasta el 35,4%». Es decir, uno de cada tres niños está en riesgo de pobreza y/o exclusión.
Pero no sólo se trata de la subida más alta desde el comienzo de la crisis, sino que las personas en privación material severa también han aumentado. Es decir, las condiciones de vida reales de esas personas han empeorado de una manera muy significativa. «La privación material ha crecido desde el 4,5% de la población en 2009 al 7,1% en 2014. Son un total de 3.320.765 personas. Nuevamente la infancia (9,6%) y la juventud (8,7%) son los dos grupos de edad más afectados».
Aunque muchos cierren los ojos ante estos datos, según este informe el 67,9% de las personas tiene dificultades para llegar a fin de mes. Además, casi dos de cada cinco personas lo hace con dificultad o con muchas dificultades. Si lo llevamos a la práctica, casi la mitad de la población no puede permitirse una semana de vacaciones al año (46,4%) y no puede afrontar gastos imprevistos (42,6%).
Con respecto a la ‘bajada’ del paro, el indicar AROPE recoge un aumento de trabajadores pobres desde el 11,7% en 2013 al 14,2% en 2014. «lo que viene a mostrar, otro año más, que no cualquier trabajo protege de la pobreza. Esta cuestión está muy relacionada con la evolución creciente de la jornada parcial», apunta el informe.
Los datos también apuntan a que «ha continuado en este último año la importante reducción de la población inmigrante, cifrada en 728.000 personas menos desde 2011«, y que ha aumentado la desigualdad territorial. «Hay diferencias de más de 33 puntos porcentuales entre algunas regiones. En general, el norte mantiene tasas menores de pobreza y/o exclusión social, en todos los casos por debajo de la media nacional, y el sur, mayores», se explica. Las cifras van desde el 1,8% en Navarra a más del 10% en Canarias y Andalucía. Un caso realmente dramático es el de la ciudad de Ceuta donde casi mitad de la población (47,9%) se encuentra en riesgo de pobreza y/o exclusión social.
Con respecto a la desigualdad, el 20% de la población con mayores ingresos tiene rentas casi 7 veces mayores (6,9 veces) que el 20% más pobre; mientras que si se considera la comparación entre el 10% más rico y el 10% más pobre la distancia llega a ser 14 veces. De hecho, el «el 10% más rico posee ingresos equivalentes a los de la mitad de la población española».