Por Cambio16
26/6/2017
España es uno de los países en los que más se ha reducido desde 2013 el porcentaje de menores (0-17 años) que viven en hogares en los que ningún adulto está empleado, con un descenso superior a los tres puntos porcentuales. No obstante, con un 10,9% en 2016, el dato todavía duplica el de 2007. Según el último Focus on Spanish Society, editado por Funcas, el porcentaje de niños que viven en hogares en los que ninguno de sus miembros tiene empleo varía notablemente en la Unión Europea (UE-15), oscilando entre el 5,6% de Suecia y el 13,4% de Irlanda.
«Las cifras no ofrecen una imagen precisa de pobreza infantil, toda vez que este fenómeno también depende de las prestaciones públicas recibidas por las familias afectadas por el desempleo. Aun así, dan idea de la proporción de niños y adolescentes que viven en familias bajo condiciones específicas de preocupación y, en definitiva, estrés».
La relación entre empleo y tener hijos es compleja. Los datos de la EPA muestran una correlación positiva entre estas variables en el caso de los varones. En 2016, más de cuatro de cada cinco hombres de entre 25 y 49 años que tenían uno o dos hijos estaban empleados, mientras que, entre los hombres del mismo grupo de edad sin hijos, la tasa de empleo era unos 10 puntos inferior. En el caso de las mujeres del mismo grupo de edad, en cambio, las que tienen hijos registran tasas de empleo más bajas.
Focus también destaca que, aunque España (junto a Italia y Grecia) muestra uno de los mayores porcentajes de población de entre 18 y 59 años viviendo en hogares sin ningún miembro empleado, el porcentaje de menores en 2016 en este tipo de hogar era inferior al de países menos castigados por el desempleo, como Irlanda, Francia, Bélgica y Reino Unido. En estos cuatro países el porcentaje de menores de 18 años que vive en hogares en los que ningún adulto está empleado es mayor que el de adultos (18-59 años). Lo contrario ocurre en España, Italia y Grecia.
Las prestaciones por desempleo en España representaban en 2014 el segundo mayor porcentaje en términos de PIB (2,7%) de la UE, similar al de Irlanda, según los últimos datos de Eurostat que recoge Focus. En primer lugar figuraba Bélgica, con un 3,4%, aunque su tasa de paro (8,5%) era, en ese mismo año, en torno a un tercio de la española (24,5%). Bélgica se caracteriza por que ofrece prestaciones por desempleo con una elevada tasa de reposición y sin límite de tiempo. Dado que el país no ha sufrido durante la crisis un aumento significativo del paro, la carga financiera de las prestaciones por desempleo se ha mantenido desde 2007 bastante estable en torno al 3,5% del PIB.
Por su parte, Irlanda y España han asistido, desde 2008, a importantes incrementos del gasto en prestaciones por desempleo en términos de PIB debido a la fuerte destrucción de puestos de trabajo. Ambos países han revertido la tendencia y han comenzado a reducir los desembolsos en los últimos años. Ahora bien, mientras en 2014 en España las prestaciones por desempleo como porcentaje del total de prestaciones sociales ya se situaron en niveles pre-crisis (en torno al 10%-11%), Irlanda dedicaba a esta función una mayor parte de sus recursos de bienestar que antes de la crisis (8,5% en 2007 y 13,8% en 2014). Los datos sugieren que el Estado irlandés ha realizado un esfuerzo mayor y más continuado de protección de sus desempleados que otros países europeos con tasas de paro similares o incluso superiores, como los del sur de Europa.
Por último, Focus repasa los datos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) relativos a la percepción de los españoles sobre la situación política y económica. La evolución de estos datos desde principios de 2016 sugiere que la negativa opinión sobre la situación política está «tirando» de la percepción sobre la situación de la economía y dificultando que la mejora de los indicadores económicos se traduzca en un estado de opinión pública más favorable.