Por Cambio16
Barcelona y Madrid abrieron la senda. Anunciaron iniciativas para acoger a refugiados que huyen de Siria y de otros países de la zona, un paso hacia delante mientras el Gobierno central se enreda en el debate con Europa sobre el número concreto de demandantes de asilo que están dispuestos a recibir en sus territorios. Ahora, otros municipios y varias autonomías se han mostrado dispuestas a ayudar a estas personas, al tiempo que piden al Ejecutivo una estrategia común.
A la iniciativa de crear una red de ciudades-refugio en España promovida por la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, se han ido sumando o han anunciado que lo están estudiando ciudades como Madrid, Valencia, Alicante, Zaragoza, A Coruña, Pamplona, Palma, Bilbao, Vitoria, San Sebastián, Murcia, Cartagena o Cádiz.
No obstante, la propia Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) ha hecho un llamamiento para que sea esta institución la que coordine, en colaboración con el Gobierno, el plan local de ayuda a los refugiados al considerar un «grave error» que algunos ayuntamientos planteen iniciativas de forma individual.
Similar opinión ha expresado la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, quien cree que el acogimiento de refugiados es «política de Estado», y se ha mostrado dispuesta a realizar una labor «complementaria y solidaria» dentro de una estrategia nacional.
Para apelar a la comunidad internacional a buscar un acuerdo de máxima eficacia para resolver la situación en Siria, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha argumentado que dicho país es el origen de la crisis migratoria que está viviendo la UE y ha defendido que Europa avance en lograr una política común de asilo e inmigración.
Y el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha asegurado que España está «perfectamente dispuesta a asumir la cuota de refugiados que le corresponda», aunque ha dicho que este tema tendría que venir al final del proceso y que se precisa una política de asilo europea e incluso mundial.
Sin embargo, se van sucediendo las ciudades y comunidades autónomas que instan al Gobierno central a coordinar un plan nacional para prestar las ayudas necesarias a los refugiados.
Incluso los obispos han ofrecido sus comunidades y centros de acogida, según ha informado en un comunicado la Conferencia Episcopal Española (CEE), en el que subraya que Europa ha de implicarse «con mayor empeño en buscar soluciones globales».
Iniciativas
El Gobierno catalán ha anunciado que prepara un plan junto con entidades municipalistas y ONG para los refugiados, porque quiere participar en su acogida, pero ha pedido a Rajoy que marque una «posición concreta» sobre este asunto.
País Vasco ha creado un grupo de trabajo ante la crisis de los refugiados en Europa y se ha puesto en contacto con el Ejecutivo central para conocer los compromisos adquiridos por el Estado en esta materia.
La Generalitat valenciana ha exigido al Gobierno central que sea pionero en la UE y amplíe el cupo de refugiados, al mismo tiempo que ha anunciado que declarará a la valenciana «Comunidad acogedora» de estas personas, 1.500 de las cuales podrían ser atendidas en esta región, según sus cálculos.
El Gobierno foral estudia con Acnur la posibilidad de la llegada directa a Navarra de refugiados desde Líbano u otros países limítrofes al conflicto sirio, y a tal fin va a solicitar la oportuna autorización al Ejecutivo central.
Canarias está dispuesta a recibir en las islas a «los refugiados que sean necesarios», pero también ha pedido al Estado que lidere una política común de acogida; y la Consejería balear de Servicios Sociales y Cooperación prepara «unas líneas estratégicas de actuación».
Extremadura ha ofrecido a Interior sus recursos para facilitar la acogida de refugiados y ha puesto en marcha una línea de cooperación con la CEAR para atender a las personas que pretenden entrar en España.
Castilla y León se ha mostrado «absolutamente abierta a cualquiera de las medidas de colaboración con el Gobierno de España», como ya hizo anteriormente en la guerra de los Balcanes.
Asturias está en contacto con Acnur, que tiene previsto utilizar parte del fondo de emergencias de la Agencia Asturiana de Cooperación para ayudar a refugiados.
Por su parte, el Ayuntamiento de Madrid, que dirige Manuela Carmena, ha habilitado una partida de 10 millones de euros para poner en marcha un plan que ofrezca protección «integral» a los refugiados.
Las ONG
Por otra parte, Save the Children ha enviado una carta a Rajoy exigiendo al Gobierno que asuma la cuota de refugiados asignada por Europa y pida un incremento de plazas.
Esta ONG considera que la cuota de 5.800 refugiados asignados por la Comisión Europea a España en dos años es insuficiente y pide al Gobierno que proponga un aumento en la cumbre excepcional de ministros de Justicia y Asuntos de Interior de la UE, el próximo 14 de septiembre.
La ONU reclama a Europa que acoja a 200.000 refugiados
La ONU alertó de que es necesario crear 200.000 plazas para reubicar a los refugiados que están llegando a Europa y de que el fracaso del continente en dar una respuesta común a la crisis sólo ha beneficiado a las redes de traficantes de personas.
«Una estimación muy preliminar indica que potencialmente se necesitará aumentar las plazas de reubicación hasta las 200.000», dijo el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Antonio Guterres.
En línea con la posición común que el jueves anunciaron Francia y Alemania, el responsable indicó que todos los países de la Unión Europea (UE) deben tener «una participación obligatoria» en el programa masivo de reubicación, del que han de beneficiarse todos aquellos que necesitan protección internacional.
«La solidaridad no puede ser sólo la responsabilidad de algunos pocos miembros de la UE», comentó Guterres.
Alemania y Francia están finalizando una propuesta común que presentarán en los próximos días a las instancias europeas para la instauración de un sistema de cuotas de acogida de refugiados en el que participen de forma obligatoria todos los países del bloque.
Los países más afectados por la crisis migratoria son, por una parte, Italia y Grecia, que actúan como puertas de entrada de la UE tras el cruce del Mediterráneo, y Alemania, Austria y Suecia, los principales países de destino de los refugiados.
A ese respeto, Guterres recalcó que «ningún país puede negarse a hacer su parte» y consideró que los desacuerdos en el seno de la UE frente a esta crisis eran de esperar.
«No es sorprendente que cuando un sistema está desequilibrado y es disfuncional, todo se bloqueé cuando la presión sube», aseguró.
El jefe de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) planteó que un programa coherente de reubicación para refugiados debe ir acompañado de capacidades adecuadas de recepción, particularmente en Grecia.
Asimismo, la ONU consideró que la UE debe prepararse para, con el consentimiento previo de los países afectados -en este caso Grecia, Italia y Hungría-, colaborar en la recepción, asistencia y registro de personas que soliciten asilo.