Por Macarena Baena | Efe
20/10/2016
En tan sólo cincuenta años España se convertirá en un país de de personas mayores y solitarias, con 5,4 millones menos de habitantes, donde uno de cada tres tendrá más de 65 años, 5,5 millones de personas vivirán solas y nacerán menos de 300.000 niños.
La crisis económica y migratoria junto con la falta de políticas efectivas familiares, de ayuda a la natalidad y a la conciliación, son algunas de las causas que están detrás de esta alarmante situación, a la que ahora se une la complicada situación de la hucha de las pensiones y la falta de una verdadera política de ayudas y cuidado de mayores dependientes.
A fecha de hoy, en España hay 46,43 millones de habitantes, cifra que se reducirá en medio millón en quince años (2031) y en 5,4 millones en cincuenta (2066), año en el que seremos 41 millones.
Alarma también la edad de quienes vivirán aquí. Ahora el porcentaje de mayores de 65 años es del 18,7%, una cifra que se elevará al 25,6% en 2031 y al 34,6% en 2066. Y todo esto es consecuencia del aumento de las defunciones, la disminución de los nacimientos y la menor llegada de inmigrantes.
Esta radiografía de la población española es la que desvelan las Proyecciones de Población 2016-2066 y Proyección de hogares 2016-2031 del Instituto Nacional de Estadística (INE) elaboradas con las tendencias demográficas y los sociales actuales.
En el caso de las defunciones, de las 420.018 que se producen ahora al año, pasarán a 448.880 en quince años y a 595.979 en cincuenta. Es decir, que el continuo envejecimiento de la población hará que entre 2016 y 2030 fallezcan 6,5 millones de personas, un 12,7 % más que entre 2001 y 2015.
Al mismo tiempo la edad a la que las mujeres pueden o quieren tener su primer hijo sigue aumentado y se establecerá en los 33 años en 2066, con 1,38 hijos de media.
La salida de la inmigración como consecuencia de la crisis económica ha acentuado este problema con la salida de mujeres jóvenes, y en muchos casos de sus hijos, que han retornado a sus países en busca de mejores oportunidades.
Así, el descenso de los nacimientos se debe a la reducción del número de mujeres en edad fértil (de 15 a 49 años), que bajará en 1,8 millones (un 16,6 %) en quince años, y en 3,5 millones en cincuenta (un 32,7%).
Esto hará que la natalidad caiga en picado y que los 417.265 nacimientos que se producen ahora, se reduzcan a 334.595 en 2031 y a sólo 294.003 en cincuenta años. Ante el descenso de la natalidad y el envejecimiento poblacional, en España habrá más defunciones que nacimientos durante los cincuenta próximos años, un panorama nada alentador.
Por el contrario, la esperanza de vida sigue en aumento y, en 2066, ellos vivirán 88,5 años de media y ellas 91,6.
Sobre la salida y entrada de residentes en España, Estadística precisa que este año se registrará el primer saldo migratorio positivo en seis años, con 12.939 nuevos residentes (llegadas menos salidas). Cifra que se elevará hasta los casi tres millones de personas en los próximos cincuenta años, pero que no será suficiente para contrarrestar el saldo vegetativo negativo (muertes menos nacimientos) de 8,5 millones previstos para los próximos cincuenta.
La intensidad del envejecimiento de la población queda patente en los datos de Estadística. Así, de mantenerse la situación actual, la pérdida de población se concentrará en el tramo de entre 30 y 49 años, que se reducirá en 4,2 millones en los quince próximos años (un 28,5%) y en 6 millones en medio siglo (un 40,1%)
Por ello, en 2031 habrá 1,2 millones de niños menores de 10 años menos que ahora (un 25,9%) y 1,7 millones menos en cincuenta años (35,3%).
Por el contrario, todos los grupos de edad a partir de los 70 años aumentarán. Y en quince años habrá 11,7 millones mayores de 64 años, tres millones más que en la actualidad, y 14,2 millones más (un 63,1%) en cincuenta años. Los mayores de 100 años pasarán de los 16.460 actuales a 222.104 en 2066.
Esta evolución de la población modificará el actual patrón de hogares y dentro de quince años 5,5 millones de ellos serán unipersonales (el 28,6% del total) y, motivo por el que, pese a la reducción de la población, España tendrá casi un millón de hogares más que ahora, 19,3 millones, de los que en 11,7 millones de ellos sólo vivirán una o dos personas.
En quince años el número de hogares en España aumentará en 902.666, un 4,9%, hasta los 19,3 millones.
Continúa de esta forma la tendencia de los últimos años, que muestra un aumento de los hogares más pequeños, mientras que los de mayor tamaño, especialmente los compuestos por cinco o más personas, siguen descendiendo.
Así, los hogares compuestos por una sola persona son los que más crecerán en los próximos 15 años, un 20%, y el número de personas que vivirán solas representarán el 12% de la población, frente al 9,9% actual.