Diario de campaña | Por Iñigo Aduriz
ACTUALIZADO 26/06/2016
El Brexit ha caído como un jarro de agua fría en el caluroso último día de campaña, víspera de la jornada de reflexión para la votación del domingo. Los españoles acudirán ese día a las urnas con el pánico en las bolsas escenificado este viernes y con la incertidumbre generada en toda la Unión Europea por la decisión de la mayoría de los vecinos del Reino Unido de abandonar el club de los 28. Y eso que hasta el final de la campaña, este asunto apenas ha tenido eco ni en los discursos ni en las declaraciones de los candidatos.
¿Va a tener el Brexit influencia en la orientación del voto? ¿Repercutirá en la decisión de los indecisos? ¿Cambiará el voto de los que ya lo habían decidido? Cambio16 se ha puesto en contacto con cuatro analistas del ámbito académico para conocer su opinión al respecto. Y la conclusión es que no existe una unanimidad al respecto. Hay quien considera que sí, que el 26J estará marcado inevitablemente por el temor al contagio de la salida del Reino Unido de la UE y hay quien, en cambio, cree todo lo contrario: que no tendrá ningún efecto.
Este último es el caso del catedrático de Ciencia Política de la Universitat de Barcelona, Pere Vilanova, que insiste en que el Brexit «no tendrá ninguna influencia» en las elecciones generales, entre otras razones porque, a su juicio, «esta campaña ha sido autista» para la mayoría de la población que ya tenía decidido su voto. Él es especialmente crítico con los partidos que optan al Gobierno ya que cree que «ninguno de ellos sabe lo que significa el Brexit» y «sólo tienen retórica».
La inutilidad de la campaña quedará también demostrada, en su opinión, en que «tampoco tendrá influencia» la polémica de las grabaciones al ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y el jefe de la Oficina Antifraude catalana, Daniel de Alfonso. Pero la nula repercusión del Brexit la explica, además, en que «no ha habido ningún tema de política exterior serio en la campaña con la excepción de Venezuela».
La polarización
Difiere por completo de esta tesis la catedrática de Derecho Constitucional de la UNED, Yolanda Gómez, que advierte del riesgo de que la salida del Reino Unido de la UE «polarice» el escenario político español del 26J, ya que lo que ha demostrado la consulta es que «cuando la población quiere es capaz de revertir lo que piden los políticos o los partidos». Se refiere al hecho de que el resultado de la votación haya ido en contra de la permanencia que reivindicaban todos los partidos británicos, con la excepción del eurófobo UKIP.
«La ciudadanía llega a un nivel de hartazgo que hace que se tome al revés los mensajes que lanzan los políticos», sostiene. Gómez cree que «la izquierda de Unidos Podemos va a intentar sacar provecho» de esta situación diciendo que «cuando se vota se puede hacer cualquier cosa». No obstante, considera que el éxito del Brexit también «puede dinamizar el coto de derechas» cuyos dirigentes pueden tratar de instaurar «el miedo a Podemos». En cambio, afirma que a las opciones más centristas, PSOE y Ciudadanos, «ni les beneficia ni les perjudica».
El conservadurismo
José Luis del Hierro, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), aporta una tercera visión distinta. Considera que la votación británica «va a afectar muy poco» a la española, si bien en lo único que influirá será en que «beneficia al PP». «Cuando se convulsiona la situación la tendencia es reforzar a quien está en el Gobierno y hay una tendencia hacia el conservadurismo», señala.
Él no ve la polarización que sí percibe Gómez y, además, no cree que «nadie» vaya a cambiar el voto por esta razón. «Sí puede ser que la gente que no iba a votar y que es un votante tradicional del PP vaya ahora a las urnas con la intención de dar estabilidad a las bolsas o mantener el estatu quo», insiste. También apunta a que ya hay gente que defiende otra teoría que vaticina que «el desmembramiento de la City» londinense «puede ayudar a que Madrid sea la nueva sede financiera de Europa». Se trata de un mensaje que, a su juicio, también beneficiaría a la derecha.
Efectos compensatorios
La cuarta hipótesis la menciona Javier Redondo, profesor de Ciencia Política de la Universidad Carlos III de Madrid. Según él, el Brexit podría suponer que el domingo se produzcan trasvases de votos de los ciudadanos españoles pero «siempre dentro del bloque ideológico» izquierda/derecha. Es decir, que «alguien que dude entre votar a Ciudadanos o al PP finalmente se decante por uno o por otro bien por el factor de estabilidad que suscita el temor de la consulta británica, o bien opte por la renovación por el entusiasmo que ha generado ese referéndum».
Lo mismo ocurriría, a su juicio, en el caso de la izquierda. Que quien dude entre PSOE y Unidos Podemos apoye a uno u otro en función de que ponga en un mayor la estabilidad o el entusiasmo. Considera, en todo caso, que esos movimientos tendrán «efectos compensatorios» y que, por tanto, los cambios serán dentro de los bloques pero la balanza izquierda y derecha quedarán igual.