Por Ana Bedia
19 de agosto de 2014. Una fecha que marca el inicio de la barbarie retransmitida. El mundo asiste desde sus cómodos sofás a la ejecución de James Foley, un periodista estadounidense secuestrado por el Estado Islámico (EI). Fue decapitado y su muerte grabada y difundida en las redes sociales. A las pocas horas los terroristas habían logrado su objetivo, estaban presentes en los informativos, webs, periódicos y radios de medio mundo lanzando su mensaje de terror.
Lamentablemente, James Foley no ha sido el único asesinado por el EI. En los últimos meses el mundo ha presenciado la muerte de otras 74 personas. El último acto de barbarie escenificado al que hemos asistido ha sido el protagonizado por 15 prisioneros, supuestamente iraquíes. El EI difundió este martes 23 de junio un duro vídeo en el que ejecuta de formas distintas, a cada cual más atroz, a sus víctimas acusadas por los terroristas de espionaje.
En la cinta, grabada en Irak y de siete minutos, se observa como meten a cuatro personas en un coche y disparan un lanzacohetes contra ellos. Después, introducen a cinco hombres en una jaula y los sumergen lentamente en una piscina hasta que mueren ahogados, algo que es grabado hasta el último instante por las cámaras. Por último, colocan collares explosivos a otros seis prisioneros y los explosionan.
Periodistas, cooperantes, soldados… al Estado Islámico no le importa la labor que realice la persona a la que secuestra. Y después, si no logra sus pretensiones -peticiones de liberaciones de sus presos, por ejemplo-, los ejecuta. Pero la sangrienta acción del Estado Islámico no sólo se reduce a estos casos mediáticos. Se creen jueces y verdugos y asesinan con cualquier excusa cuando consideran que la ley islámica ha sido violada.
Recientemente se conocía la noticia de la muerte de 13 niños por ver un partido de fútbol en televisión, algo que la sharia no permite. En enero también se halló una fosa común en el noroeste de Irak con los cuerpos de 30 yazidíes asesinados por el EI. Sólo en Irak unos 9.400 civiles murieron en 2014 a manos del Estado Islámico, según un informe conjunto del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos y de la Misión de la ONU en el país (Unami).
Esta es la historia de los ejecutados por el EI cuya muerte ha sido retransmitida:
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