Por Carles Salom Ribera | Experto en marketing y estrategia política
Hoy se celebra el segundo debate y el último de estas elecciones. A raíz de las encuestas publicadas y de los materiales de campaña hasta ahora disponibles, éstas son algunas de las claves que hoy se podrían dar en el cara a cara que organiza Atresmedia, y su por qué.
Algunos datos objetivos y ayudarán a entender las estrategias en los discursos de esta noche:
- Soraya Sáenz de Santamaría (PP):
- Su misión ha de ser no perder a su electorado más fiel.
- En la escala de izquierda (1) y derecha (10) el PP se situaría en un 8,2 según el CIS.
- El 31% de la gente mayor de de 61 años se decanta por el voto popular, frente al 11% de los votantes con menos de 31 años.
- La mejora económica aún no ha llegado a las casas.
- El discurso de seguridad tras los atentados de París ha ido en favor de Rajoy.
- El tema catalán le ha pasado factura a los populares.
- Rajoy es el Presidente peor valorado a lo largo de la democracia.
- Pedro Sánchez (PSOE):
- Se ve arrinconado por la izquierda y por la derecha
- En el eje izquierda (1) derecha (10) el PSOE se situaría en el 4,4
- Supera a Podemos en voto joven, menores de 31 años tendrían una media del 13%, mientras que la intención de voto va aumentando paulatinamente en la medida que aumenta la edad, hasta llegar al 25% con mayores de 65 años.
- En las grandes ciudades, según las encuestas, le va a ir mal. En Madrid puede ser la cuarta fuerza, en Valencia y en Barcelona serían terceros, y perderían escaños claves como Soria, Ávila… Lo cuál podría indicar que su segundo puesta no sería nada holgado con respecto al tercero, por esto la penalización en el sistema D´Hondt.
- En campaña el PSOE apela a la historia y a los logros conseguidos.
- Es el que presenta mayor número de indecisos de su pasado electorado (40.1%), y los partidos entre los que más dudarían serían entre votar a Ciudadanos (20.8%) o Podemos (18.9%)
- Albert Rivera (Ciudadanos):
- Sería el hipotético tercer partido en el Parlamento.
- La escala de izquierda (1) y derecha (10) lo sitúa en el 6,3%.
- Su intención de voto según edad cae en picado a partir de los 35 años. En voto joven se sitúa por encima también de Podemos y dos puntos por encima del PSOE.
- Podría tener problemas en circunscripciones pequeñas, donde de no asegurarse una segunda posición podría hacerle perder gran número de escaños.
- Su campaña es sentimental, más que programática.
- Se presentan como el partido del consenso, y capaz de acercar posturas.
- Pablo Iglesias (Podemos):
- Según las encuestas sería el cuarto partido en el hemiciclo.
- El posicionamiento entre izquierda (1) y derecha (10) del CIS lo sitúa en el 2,3.
- Será un partido al que supuestamente le irá bien las periferias donde afianzará gran parte de sus escaños: Valencia, Alicante, Cataluña, Galicia… pero ser el cuarto lo penalizará mucho en las circunscripciones pequeñas.
- De los menores de 31 años, solo el 11,5% optaría por Podemos, que además ve como la tendencia de voto según aumenta la edad baja drásticamente.
- Su mayor captación de votos proviene de parte de IU y del PSOE, más que de los abstencionistas.
El voto por edades aporta otras claves:
- Los jóvenes serán los que más se abstengan, de nuevo, en estas elecciones, pero menos que las anteriores.
- Los mayores de 65 años serían en estas elecciones (en comparación con 2008 y 2011) en las que más porcentaje de abstención registrarán.
- Las personas que han cumplido más de 77 años representan 4 millones de personas, los que suman entre los 57 y los 77 serían casi 9 millones de personas, los que ahora tienen edad para votar y no sobre pasan los 40 años representarían 20 millones de personas, y los que ahora cuentan entre 41 y 56 tendrían un nicho de 9,5 millones.
En el debate de esta noche no es una mala estrategia la elección de Soraya: la posiciona como posible relevo de Rajoy, tiene buena valoración entre su electorado, cumple los requisitos de edad de sus contrincante, es mujer, y además se conoce perfectamente las medidas del gobierno.
El Partido Popular debería afianzar a su electorado, con especial atención a los mayores de 50 años, más que intentar buscar nuevos votantes. Presumiblemente veremos a una Soraya moderada, aguantando envistes, y dando guerra a Ciudadanos en los temas que pudieran quitarles algunos votos jóvenes, y a los socialistas para marcar aún más la diferencia en el votante mayor. Deberían preparar los temas con mensajes específicos para ese 31% de indecisos que tienen más de 65 años, y que seguramente no optarían por ninguno de los nuevos partidos.
Ciudadanos, por su parte, con el electorado más joven ya prácticamente afianzado, buscará ganar apoyos en la gente de más de 35 años, donde puede disputarle votos tanto a socialistas como a populares. Lo veremos con un tono moderado, conciliador, pero disparando contra PSOE y contra PP. Su objetivo debería ser mover el electorado indeciso a su favor, jugando el eje de nuevo versus viejo, más que el eje ideológico izquierda – derecha, que funciona mucho mejor con el electorado más mayor, y que ya hemos observado que no es su principal nicho. Su discurso debe de ser un discurso más centrista que periférico, y intentar afianzar esas posiciones en las pequeñas provincias, que en definitiva son las que le pueden aumentar o disminuir la distancia con el PSOE, o incluso hacerlo segundo.
En busca del voto joven
Los socialistas arrancan la campaña un poco afectados por los resultados del CIS. De acuerdo con su perfil de elector, nuevamente debe de centrarse en afianzar a sus votantes mayores, por tanto el recuerdo del trabajo realizado seguirá muy presente en el debate. Pero no puede olvidar al votante joven de más de 35 años, en esto comparte terreno con Albert, y ahí es donde se verán las principales diferencias al preparar los temas y su enfoque. Por ello esperamos ver, a diferencia de Rivera, a un Pedro Sánchez que no tiene que preocuparse tanto por afianzar a su electorado más mayor como sí conseguir más apoyos jóvenes, estrategia que, entre otras, podremos observar en la forma de vestir de ambos candidatos.
Podemos es el partido que llega con más posibilidades al debate, por la horquilla en la que aún puede crecer. Con gran parte de sus escaños asegurados por los pactos realizados, se centrará en mover al electorado indeciso, sobre todo al más joven y que será más participativo que en pasadas elecciones. De conseguirlo podría hacer que las distancias entre los principales cuatro partidos sea menor. Observaremos de nuevo el tono conciliador de Iglesias en este debate, y marcará distancias con la vieja política atacando a Sáenz y a todo lo que ella representa.
Reforma de la Constitución, terrorismo, corrupción, Cataluña, empleo o economía serán los temas que más veces saldrán a colación. El formato de debate online que se realizó la pasada semana, en el que dejaron bastante libres a los candidatos, no creo que se vuelva a repetir en este. El debate de hoy será más clásico, en cuanto a tiempos medidos, turnos de palabras y intervenciones. Seguramente podremos esperar que interpelaciones entre los contendientes, pero los moderadores supongo que serán más escrupulosos en dejar la libre algarabía del pasado debate, y que al final fue lo que le dio esa frescura.
Soraya, la única mujer
Albert llega en un buen momento, la campaña le va bien y en el pasado debate las encuestas lo apuntaban como ganador (aunque discutido con Pablo Iglesias), pero llega con mayor presión debido a no tener un electorado aún muy fidelizado y un estrecho margen de crecimiento, pero grande de pérdida.
Soraya deberá asumir de nuevo el papel de portavoz del gobierno y defender lo indefendible, que tan bien se le da.
Pedro acaba de tener un mal pronóstico electoral, el pasado debate no le funcionó de cara a la opinión pública y se juega su liderazgo en el partido en estas elecciones. Debe superar la barrera de los 100 escaños y tener una ventaja sobre el tercero, porque si no el resultado socialista se podría considerar malo. Así que hoy tiene un debate difícil, y seguramente intentará centrar todos los temas sobre el Partido Popular.
Pablo en cambio llega a un debate con mucho que ganar. Su talante moderador y de entendimiento le funcionó bien en el anterior cara a cara, así que no sería de extrañar que hoy lo vulva a emular, y que Ribera se intente quedar con el mismo rol. Los temas los encajará dentro del eje viejo-nuevo mucho más que Ribera, quién se espera que ocupe más la posición del cambio tranquilo.
Realmente ser futurólogo es complicado. Una mala respuesta inesperada puede condicionar todo el debate. O las estrategias escogidas no tienen por que ser las que, a primera vista, más se presuponen. Pero esperamos haber dado unas pequeñas ideas sobre lo que en unas horas pueda ocurrir.