Por EFE / Fotos: REUTERS
Miles de personas se han concentrado los días 19, 22 y 25 de agosto ante la sede del Parlamento en Beirut para protestar por la actual crisis de recogida de basura que viven algunas zonas de Líbano. Las manifestaciones han dejado en total al menos 83 heridos. Entre éstos se encuentran agentes de seguridad y también manifestantes, algunos de ellos en estado grave. Según los principales canales de televisión, las fuerzas de seguridad utilizaron gases lacrimógenos, además de cañones de agua y bombas de sonido para dispersar la protestas.
Entre los manifestantes podían verse familias con niños y bebés, además de grupos que tocaban música con cubos de basura y coreaban eslóganes contra los dirigentes. Otros asistentes izaban fotos de los ministros y diputados envueltos en sacos de basura con la inscripción «algunos desechos no son reciclables» .
La organización Human Rights Watch (HRW) ha instado a las autoridades libanesas a abrir una investigación sobre el «uso excesivo de la fuerza» en estas protestas y a asegurar que la Policía no utilice la violencia contra manifestantes pacíficos.
El conflicto social de los residuos comenzó tras el cierre del vertedero de Naame, el pasado 17 de julio, y el fin del contrato con la sociedad Sukleen encargada de recoger la basura. Esto afecta sobre todo a las regiones de Beirut y Monte Líbano, en el centro del país, y hasta ahora el Gobierno ha fracasado en encontrar soluciones alternativas, debido a las divergencias entre las fuerzas políticas.
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