Inmovilismo. Esa es la tendencia que ha definido la legislatura de la popular Luisa Fernanda Rudi al frente de la comunidad de Aragón. «No ha realizado ni una reforma ni impulsado ninguna resolución que pueda aportarle algo a la ciudadanía. No se ha cerrado con llave la puerta al trasvase del Ebro, han cedido la Travesía Central Pirenaica en favor del Corredor del Mediterráneo, la ley de lenguas se ha quedado en nada… Ha sido una legislatura perdida». El que habla es el asesor político y de comunicación, Orlando Suárez.
«Tampoco la oposición del PSOE ha respondido a las necesidades de los ciudadanos y Chunta e IU han ido dando bandazos. El PAR, por su parte, ha dejado hacer a Rudi a cambio de puestos autonómicos y poder en las comarcas».
La presidenta se encuentra en una situación complicada. “Está desaparecida, el peso del gobierno lo lleva el vicepresidente, Roberto Bermúdez de Castro”.
En medio de este crucigrama aparece Podemos, más concretamente su líder en la región, Pablo Echenique (en la imagen, junto a Pablo Iglesias). Aragón es uno de los pocos lugares en los que no sólo arrastra la marca Podemos, su candidato se ha convertido en un reclamo para el votante. “Se le considera una persona relevante en el mundo académico y se le adjudica ese espíritu olímpico de superación”, explica Suárez.
En esta comunidad, Echenique ha llegado a acorralar al PSOE de tal manera que hay encuestas que incluso le dan por encima. El candidato socialista es Javier Lambán, expresidente de la Diputación Provincial de Zaragoza, entre otros cargos públicos.
El asesor cuenta que allí “Lamban incorporó las subvenciones a dedo que, en la actualidad, han llegado a dedicar un 12% del presupuesto anual bajo la presidencia del popular Luis María Beamonte”.
Con un perfil gris, muy bajo para arrastrar a gente en su comunidad, Lambán tiene como contrapunto a su compañero y amigo Carlos Pérez Anadón, candidato a la alcaldía de Zaragoza. Ambos pertenecen a la vieja guardia socialista de la región.
Aflora también Ciudadanos con Susana Gaspar a la cabeza. “El partido de Albert Rivera se ha convertido en destino de numerosas personas que antes habían engrosado las listas del PAR. En Aragón vende regeneración”. También en Ciudadanos han aterrizado miembros de UPyD, “que durante mucho tiempo les han criticado. Da la sensación de que no buscan cambiar las cosas, sino conseguir una silla en las Cortes”, reflexiona Suárez.
Por su parte, PAR y Chunta Aragonesista se quedarían en mínimos. El primero es un partido condenado y el segundo, junto con IU, ha visto como varios de sus miembros daban el salto a Podemos.
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